Capítulo 24. Monstruo.

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Nací en el pueblo de Fields, fui criado por mi madre, una enfermera y mi padre, el carnicero del pueblo. Debido al trabajo de mi madre y los turnos que tuve que acompañarla en el hospital me di cuenta de las injusticias que ocurrían en Fields.

Conforme crecí reafirme mi ánimo de buscar el significado de la justicia, cuando tenía catorce años, asistí a un juicio a cargo del en eso entonces juez Milstone. Era un caso de homicidio agravado. Vi al fiscal desglosar el caso hasta el punto de develar la verdad. Desde aquel día busqué la forma de ser el nuevo fiscal del pueblo.

Mi nombre es Aldo Ross, mis años en preparatoria fueron simples, mi círculo social se comprendía de Victoria Bourne, Las hermanas McFoster y Ernest Abbalone. Victoria era la más cercana, hasta el último año de preparatoria. Cerca de las vacaciones de verano Victoria tomó la decisión de declarar sus sentimientos por mí, para entonces ella me parecía atractiva, no sabía si tenía un gusto en concreto, pero correspondí a sus sentimientos, mantuvimos una relación discreta después de vacaciones, descubrí lo mucho que de verdad amaba a Victoria, esperaba a graduarnos para pedir su mano cuando conocí a Nahomi Alberts.

Nahomi llegó después del verano, fuimos presentados en una de las fiestas que organizaba su padre como gerente del hospital Universitario de Fields, ella me agradaba y con el tiempo su padre organizaba más encuentros que nos fueron acercando. Al tiempo que su padre se las ingeniaba para juntarnos mi madre fue diagnosticada con Parkinson, fue un momento difícil, mi padre no podía costear sus medicamentos y mi padre perdió su trabajo, Victoria trataba de estar al pendiente, pero un día me preguntó sobre mi cercanía con Nahomi, ya habían rumores de una posible relación y eso fue haciendo que Victoria desconfiara de mí. Le prometí alejarla.

Esa noche fui a casa de los Alberts, Nahomi no se encontraba en casa, su padre me recibió. Le comenté que debía alejarme de su hija, ya que me encontraba enamorado de Victoria.

-No. Joven Ross, el mundo nunca es lo que esperamos que sea. Usted se casara con mi hija,

-¿Qué? – Le dije confundido.

-Su madre se encuentra sin trabajo mientras pasa por un tratamiento a causa del párkinson que padece, es claro que no tienen el dinero y ella necesita un empleo. Sin contar que está próximo a graduarse y no tiene el dinero suficiente para estudiar leyes y convertirse el fiscal que tanto desea. – Lo miro sin decir palabra. –El trato es el siguiente, desde hoy será novio de mi hija, su madre conseguirá un empleo en el hospital que le permita costear los medicamentos de su enfermedad, mientras yo me ocupo del resto que les falte. También se convertirá en propietario de la casa que rentan.

Accedí al trato, me alejé completamente de Victoria para no lastimarla más a la vez que oficialicé mi relación con Nahomi, después de graduarnos entramos a la escuela de leyes, cuando empezamos a cursar segundo año mi madre empeoro lo cual me hizo regresar a Fields con frecuencia, en cada visita el padre de Nahomi se cercioraba de que continuara con el trato, a escondidas retome mi amistad con Victoria y con el tiempo nos convertimos en amantes, ya para el tercer año de leyes él me forzó a pedir la mano de Nahomi, sabía que mi padre no respondía como debía al tratamiento así que se aprovechó de eso. Una parte de mi creía que podría dejarla y escapar con Victoria, pero... no. El padre de Nahomi supo de mi aventura amenazando con cortar mis beneficios, así que pedí su mano una noche en un bar universitario al que concurríamos.

Decidí verme con Victoria una ultima vez, no pude evitar amarla esa noche, me entregué a ella completamente y aunque en un inicio mi intensión era contarle la verdad, verla enamorada de mi me hizo entender que no podría causarle tanto daño.

-Te amo. – Le dije teniéndola entre mis brazos. – Vic, siempre será quien mande en mi corazón. La dueña de mi ser. – Susurre y ella correspondió con un beso. Entendí que era tenerla, amarla o dejar que mis padres sufrieran por sus enfermedades. Y no, no puedo hacerles eso.

Los días pasaron, Emerald conoció a un chico llamado Tonny, nos invitaron a Nahomi y a mí al su matrimonio y a una celebración en su nueva casa en el caso, al momento en el que los días se acercaban a dicho evento, Nahomi y yo, pasábamos por una crisis. No la soportaba ya, el verla, tocarla se convirtió en una tortura, fue cuando tomé la decisión de huir con Victoria después de la boda, usaría eso como excusa para contarle toda la verdad, si ella acepta dejaré a Nahomi.

El misterio del lago.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora