El misterio del lago.

Capítulo 8. El teléfono negro.

La madre de Leti nos abandonó cuando ella tenía unos meses de nacida, desde ese momento me prometí que la protegería como fuese. Mi familia siempre ha estado en el negocio de la leña así que con mi trabajo pude criar a mi hija con todas las comodidades que pude brindarle.

-¿Cómo se enteró de la relación de Leti con el señor Clawthorne? – Pregunta la fiscal.

Conocí a Tonny Clawthorne desde jóvenes, cursamos noveno grado juntos, de hecho, en ocasiones Emerald cuidó de mi hija, ella y M.J. fueron amigos. Cuando me dijo que ayudaría al señor Clawthorne en su casa tras la desaparición de Emerald no creí que terminara en eso. Cuando empecé a oír los rumores de que tenían una relación le pregunté a Leti, dijo qué solo eran rumores, chismes de la gente. Pensé que podría ser cierto, una joven hermosa como mi hija y Tonny, un hombre solo, que perdió a su mujer, creí que... era buen material para un chisme de pueblo. Quizá yo mismo me mentí.

-Cuéntenos sobre ese día señor Abbalone. –

Claro. Leti se despertó temprano aquel día, hizo mi desayuno y no corrió a casa de Tonny como todas las mañanas. Dijo que Tonny le pidió no ir y que aprovecharía para hacer unas cosas pendientes. Fui a trabajar hasta después de medio día. Trabajé en el bosque que colinda con los Dracaena. Llegué a casa, Leti llegó en la tarde y alrededor de las ocho salí a verme con la señora Victoria Bourne; necesitaba unos arreglos en su hospedaje así que me había ofrecido días antes. Estuve trabajando hasta casi medía noche, y regresé a casa.

Me enteré de la muerte de Tonny al otro día, supe que Aura lo había encontrado. Leti estaba devastada, ese día me contó sobre su relación. Claro que me molestó, pero él ya no estaba, así que lo único que hice fue consolar a Leti,

-De acuerdo señor Ernest. Tengo entendido que usted trabajo en casa de los Clawthorne, ¿es cierto? – Pregunta la fiscal.

Sí, lo he hecho varias veces. Emerald siempre me llamaba para que hiciera algunas remodelaciones o arreglos.

-¿Fue usted quién hizo la ventana secreta en la habitación de M.J.? – Asiento. Ella toma un documento y lo entrega a la juez. -Eso su señoría es el plano de la casa de los Clawthorne. – La juez se lo devuelve y la fiscal lo muestra los jurados. Y posteriormente me lo entrega. -¿Ya que usted trabajo allí haciendo remodelaciones y demás, puede decirme si están completos esos planos? – Pregunta y procedo revisarlo con detenimiento.

No, falta una habitación.

-¿Puede decirnos en qué parte de la casa se encontraría esa habitación? – Pregunta.

Claro. Cuando entras a casa de los Clawthorne encuentras la sala, a la derecha un pequeño armario, caminas derecho encontrando la cocina y junto a ella una puerta que conecta con el sótano, y a su lado izquierdo las escaleras que dan con el segundo piso. Subes hasta la cuarta escalare y encontraras un teléfono negro colgado en una de las tablas, es una puerta secreta. El cuarto no es muy grande, es más, lo llamaría más un pequeño armario.

-¿La señora Emerald le comentó la razón por le pidió construirlo? – Pregunta.

No. Ella jamás lo dijo.

-Gracias señor Ernest, puede bajar del estrado. Señora juez, puede llamar al siguiente testigo.

Bajo del estrado mientras la juez llama a Aura Draceana a testificar.

***

En el bosque trasero de los Dracaena se oye los pasos de una persona, suenan arrastrados, con esfuerzo. El sol golpea fuerte en todo el bosque, se siente a la persona respirar pesado. Camina hasta llegar a casa de los Clawthorne, la ve casi desocupada, algunas cintas policiales alrededor. Continúa caminando con enfuerzo, por medio de un espejo vemos sus pies sucios, descalzos. Llega a las escaleras, sube hasta el cuarto escalón y pone su mano sobre el teléfono negro, marca los dígitos 0-8-1-3, lo toma y abre la puerta.

***

Veo a Aura Dracaena subir al estrado y tomar juramento mientras salgo de la sala. Afuera me espera mi hija Leti. -Está hecho. – Digo abrazándola y procedemos a irnos.