Se encontraba perdido en sus pensamientos, con la mirada disociada y sus manos jugando de manera involuntaria con el primer lápiz que encontró en el escritorio. Desde hacía dos días que su mente no dejaba de pensar en un tema muy singular. A diferencia de los demás, Koko e Inui vivían en un amor correspondido, pero a la vez no, era extraño, más cuando lo decía en voz alta en uno de sus tantos monólogos consigo mismo, pero era la manera más breve que encontraba de describir su situación. Le basto con dos días conviviendo con ellos para darse cuenta del problema en el que ambos estaban metidos, era obvio, no podían ser pareja o terminarían odiándose, de no ser porque ya estaban muertos ya se habrían asesinado. El ambiente sin duda fue muy extraño, entendía por qué era fácil que todos pensaban que Inui era quien seguía a Koko, generalmente estaba callado, hablaba con delicadeza y pese a su porte frio te trataba con amabilidad e incluso con cierto cuidado, a diferencia de Koko, que solía ser alguien demandante. Pero más allá de esa faceta se encontraba su verdadera relación, donde Inui solía molestarlo, recriminarle sus errores, decirle comentarios que parecían llenos de odio y desprecio, era desinteresado y con cortas palabras le ordenaba a Koko hacer cualquier cosa que se le antojara, mientras que este solo obedecía, actuaba con cierta burla para el final decirle comentarios que rayaban entre el sarcasmo y lo romántico. Había tensión entre ellos, la cuestión era saber si porque se contenían a revelar sus sentimientos o a golpearse el culo.
―Takemichi tienes visita― la cantarina voz de su amigo Chifuyu lo hizo reaccionar, al parecer llevaba un rato llamándole con gestos de sus manos, pero este ni enterado estaba
― ¿ya llegaron? ― pregunto despabilándose, era el turno de Baji y Kazutora de pasar tiempo con él, pero estos extrañamente habían pedido pasar ese tiempo en la comisaria, sospechaba que tenía que ver con cierto amigo rubio parado frente a él
―no, en realidad es alguien más...
― ¡buen día Takemitchy! ― ahí estaba, el dolor de cabeza que no había extrañado durante esos días, Manjiro apareció tras la puerta con una sonrisa y con una aparente aura angelical, que sabía era solo una fachada para ocultar las retorcidas intenciones con las que venía a verlo ― ¿me extrañaste precioso? ― sin pena, se acercó hasta al azabache sentándose frente a él
―para nada, he estado tan bien sin ti― contesto con pesadez, su mirada se dirigió a Chifuyu, este se encogió de hombros dando a entender que no sabía porque ese hombre estaba ahí ― ¿Qué haces aquí?
―porque eres tan frio conmigo Takemitchy― renegó ―pues porque te he extrañado, porque otra razón estaría aquí, supe que te verías aquí con Baji y Tora así que aproveche para venir a verte
―estoy algo ocupado y ellos no tardan en llegar así que te pido mejor te vayas, no quiero conflictos― ambos desviaron su mirada a Chifuyu que miraba a Mikey con enojo, al ser descubierto suspiro y decidió dejarlos solos.
Azotó la puerta con fuerzas y se retiró del lugar, él también tenía asuntos que atender, desde el suceso del arresto tenían que hacer papeleo y cubrir investigaciones, para el público algunos miembros de la ToMan habían sido encerrados y estaban a la espera de una condena por sus crímenes. Ellos buscarían echarles la culpa por los crímenes y los cuerpos encontrados, pero era difícil, no solo por la falta de pruebas sino porque Kisaki solía intervenir constantemente, si bien quería que la ToMan pasara un momento desapercibido, no podía debilitarla ante enemigos. Era un estrés constante, era un caso que prácticamente ya estaba resuelto ¿el problema? los culpables eran intocables. Siguió caminando por los pasillos de la comisaria en dirección a su oficina cuando la alarma de incendios sonó, extrañado se dirigió pisos a bajo por la zona de evacuación, al llegar a la entrada se dio cuenta, el exterior del edificio comenzaba arder en llamas, los trabajadores de manera rápida llamaron a emergencias y bomberos, se encargaron de evacuar la zona, pese a ser un incendio la situación estaba siendo controlada con tranquilidad, el fuego no parecía avanzar mucho y estaba controlado en la zona por lo que solo debían alejarse y estar cercas de rutas de evacuación.
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Darkzone
FanfictionHanagaki Takemichi, un chico de veinticuatro años que llevaba una vida rutinaria se ve involucrado en el misterioso asesinato de su jefa Minako. Este encuentra el cadáver de la mujer en la oficina en condiciones extrañas. Al llamar a la policía es l...