Capitulo 5

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—¿Estas segura de que no quieres venir con nosotros?—pregunta por tercera vez mi hermano, le hago una mueca

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—¿Estas segura de que no quieres venir con nosotros?—pregunta por tercera vez mi hermano, le hago una mueca.

—¡Que no pesado! ve y diviértete con tu esposa mientras yo me quedo aqui tranquila, viendo mis peliculas y comiéndome todos los tarros de helado en la nevera—digo haciéndome un moño alto en el cabello.

Nina pasa por mi lado muy guapa besando mi mejilla.

—Ya deja de insistirle Adriano, Alessandra necesita su espacio cariño—mi hermano la mira mal—, volveremos pronto querida.

—¡Aqui los espero!—enserio a veces me siento como si fuera hija de este matrimonio.

—Pórtate bien Alessandra, no hagas nada malo—me advierte mi hermano antes de que ambos salgan por la puerta de la casa dejándome sola, exagerados.

Respiro tranquila.

Paz al fin, no voy a negar que amo a esos dos pero pueden ser muy sobreprotectores y pesados a veces.

Sonrió al saber que tengo el televisor para mi, no hay nada mejor que un sábado por la tarde, quedarte en casa viendo peliculas y comiendo helado ¡plan perfecto para mi!

Busco en la nevera todo lo que voy a comerme dejándolo en la mesita de la sala, tomo algunos chocolates y dos coca colas por que esto va para largo. Comienzo a buscar en Netflix algo que ver dándole clic "Anabelle" clásico pero que nunca pasa de moda.

Cuando estoy acomodándome para no levantarme en un buen de horas el timbre de la casa suena ¿habrán olvidado algo esos dos? por que yo no espero visitas.

Gruño al ponerme de pie caminando hacia la puerta ¿Por que me molestan? digo indignada.

Abro la puerta con la peor de mis caras ¿Y como no? si aun no me baño y llevando puesto el pijama con el que dormí. ¡La mas higiénica!

Abro los ojos de golpe cuando veo al chofer de Viktor Caruso en mi puerta.

¡Que!

Hace unos días que lleve los documentos a su casa y tuvimos cero contacto amistoso el literalmente obligo a...¿Dante? su chofer a traerme a casa, yo me moria de vergüenza por abusar de su confianza pero cuando quise renegar Viktor Caruso me lanzo una mirada mortal obligándome a quedarme calladita y obediente.

He de decir que el viaje con Dante, el señor moreno frente a mi fue agradable, el si que fue amable conmigo, casi hasta le invitaba a tomar una taza de café para echar el "chisme"

—Buenas tardes señorita Alessandra, discúlpeme el venir a molestarla—dice con voz ronca, luce elegante en su traje bien planchado mientras yo parezco una momia recién resucitada.

—¡Hola Dante!—el me permitió tutearlo—, ¿Qué te trae por aqui?

El hombre me entrega una caja pequeña la cual recibo.

Corazón frágil (Libro 3 de trilogía "Latidos del corazón")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora