Alessandra inicia su sueño en Caruso, una prestigiosa empresa de licores, donde su dedicación y pasión rápidamente la hacen destacar. Sin embargo, su mundo se tambalea cuando en una reunión aparece Viktor Caruso, el enigmático hijo menor del dueño...
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—¿Por qué no vamos a comer? hace mucho tiempo que no hacemos nada tu y yo—insiste Yoon mientras guardo mis cosas en el bolso.
—Estoy cansada Yoon, ha sido un largo día de trabajo—digo la verdad, hoy me la he pasado muy ocupada.
Camino hacia el ascensor con el detrás de mi.
—¿Te llevo a tu casa al menos?—se sube conmigo a la caja metálica que poco a poco comienza a descender—, ¿sabes? siento que me estas sacando la vuelta.
Adivino.
Yoon es un gran amigo, pero es demasiado insistente hasta el punto de hostigar. Ya le deje en claro que no quiero mas que su amistad.
—Vamos no seas dramático, sabes que te quiero mucho como AMIGO—remarco las palabras cuando las puertas se abren, me despido de unos trabajadores mientras el me sigue el paso.
—Y yo igual, ¡no te estoy pidiendo nada malo! solo te estoy invitando a cenar para que tengamos una buena charla de señoras chismosas—me hace reír—, aunque de igual forma podemos ir a un lugar mas solitario...
Arrugo la nariz.
—Yoon...—amenazo cuando salimos de la empresa, esto de andar en taxi o viajando con Nina ya no me esta gustando, necesito mi propio auto, necesito independizarme.
—¿Hice algo malo?—tiene el descaro de preguntar—, o todo esto tiene que ver que últimamente te la pasas pegada a Viktor Caruso.
Lo miro de golpe.
—¿Crees que nadie lo sabe?—pregunta sarcástico—, todos en la empresa saben que te la vives metida en su casa y por si no fuera suficiente caminaste de la mano con el por toda la boda de nuestra jefa.
Joder.
—Te están levantando chismes de oficina, dicen "Que quieres ascender ofreciendo tus servicios..."—mi corazón late con fuerza ¿Cómo pueden decir eso?—obviamente no les creí y les deje claro que eso no es verdad, eres una mujer demasiado buena para hacer tal estupidez, deben respetarte.
—Yo...yo, no...
—Tranquila preciosa, es mejor que vayas a casa y descanses—acaricia mis brazos acercándose—, no tienes nada de que preocuparte porque para eso estoy yo aqui para defenderte, eres muy valiosa para mi.
Confundida por todo lo que acaba de decirme no soy capaz de evitar el que sus labios bajen a los míos dejando un fuerte beso que me asombra.
¿Yoon me esta besando?
¿Al que quiero como un amigo y con el que disfruto hablar de cualquier idiotez?
Sus labios se mueven ansiosos sobre los míos, mientras que yo permanezco estática, intento apartarlo pero sus brazos me rodean con fuerza presionándome.
