Cierro la puerta al cruzar el umbral de mi casa estirando mi cuerpo, no hay nada como el hogar.
Me quito la chaqueta que traía dejándola en un perchero dirigiéndome a la cocina.
—¿Emilia?—pregunto al escuchar tanto silencio muy raro de ella, la cocina esta vacía y cuando me acerco a la sala el alma abandona mi cuerpo cuando mi madre y Chiara se abalanzan a mi cuerpo abrazándome.
—¡Mi hijo precioso!—mamá me llena el rostro a besos mientras mi hermana enrolla sus brazos y piernas en mi cuerpo.
—Hermanito ¿Cómo has estado? nos has hecho mucha falta.
Estresado por tanto contacto las aparto con suavidad acariciándolas.
—Mi espacio personal—me limito a decir pero a mamá le importa poco revisándome el cuerpo entero esperando encontrar algún fallo—, ¿que?
—Mal genio pero controlado—dice palpando mi rostro—, has estado tomándote tu medicamento ¿cierto?
—Si mamá, lo he estado haciendo—de reojo veo a papá muy cómodo aceptando la taza de café que Emilia le ofrece.
—No puedo creerlo ¡te vez muy bien!—sigue palpándome incluso la siento tocarme el trasero.
—¡Mama estoy bien si!—digo tomándole el rostro y besándole las mejillas—, yo también te extrañe.
Capto el flash de una cámara, volteo a ver a Chiara.
—Te ha besado mamá y tu no se lo has pedido—dice sorprendida y mamá corre a su lado para ver la foto, las dos me están jodiendo en este momento así que las dejo yéndome a sentar al lado de papá.
—¿Y?—pregunta, ruedo los ojos aceptando la limonada que me ofrece Emilia guiñándome el ojo.
—Todo bien—medio sonrió—, muy bien diría yo.
—¡Marcello tu hijo me ha besado!—no se porque tanto escandalo—, necesito que me cuentes todo mi amor.
—Con lujo de detalles—le sigue Chiara.
—Que a eso menos venido—les sigue la corriente papá.
Estoy a nada de explotar por su hostigadera y cuando creo que voy a gritarles me contengo, respiro profundo y pienso en que debo mantener el control aun que sea difícil.
—Son unos entrometidos—los tres se acomodan mejor a mi lado—, fui por Alessandra y me disculpe con ella, prometí que iba a mejorar en todo aspecto, ella acepto reconciliarse conmigo así que tengo el honor de decir que ella y yo tenemos una relación formal.
Mama, Chiara y Emilia sueltan un grito horrible.
—¡SIIIIII!
—¡Ya lo sabíamos!
—¡Era de esperarse los dos lucían muy enamorados!
Mujeres.
—El punto es que vamos a intentarlo y que no pienso dejarla ir ni una vez mas, ella se quedara conmigo por que la quiero y por que es mi complemento.
ESTÁS LEYENDO
Corazón frágil (Libro 3 de trilogía "Latidos del corazón")
Novela JuvenilAlessandra inicia su sueño en Caruso, una prestigiosa empresa de licores, donde su dedicación y pasión rápidamente la hacen destacar. Sin embargo, su mundo se tambalea cuando en una reunión aparece Viktor Caruso, el enigmático hijo menor del dueño...