Alessandra inicia su sueño en Caruso, una prestigiosa empresa de licores, donde su dedicación y pasión rápidamente la hacen destacar. Sin embargo, su mundo se tambalea cuando en una reunión aparece Viktor Caruso, el enigmático hijo menor del dueño...
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—Vas a dejar marcas en mi cuello—se queja mientras dejo mordiscos subiendo hasta su mandíbula y labios, me separo un poco para ver lo hermosa que se ve así sonrojada y con la respiración agitada, arrugo la nariz al ver que en efecto su cuello y un pecho en la parte superior se encuentran demasiados rojos, me excedí.
—¿Qué me has hecho?—pregunto confundido acariciando su espalda mientras ella hunde su rostro en mi cuello para inhalar mi aroma.
—¿Qué me has hecho tu a mi, Viktor Caruso?—dice risueña dejando besos suaves en mi cuello mandando palpitación a la parte de mi cuerpo que esta apunto de explotar.
—¿Sabes que mañana me arrepentiré de esto cierto?—digo lo obvio, su mirada vuelve a la mía y busco su tacto cuando toma mi rostro con sus manos—, somos amigos...
—Claramente no lo somos y lo sabes—susurra antes de volverme a besar haciendo que toque el cielo.
Vuelvo a la realidad cuando un mensaje suena en mi teléfono.
Chiara: ¿Qué te hiciste anoche? mamá te estaba buscando por todos lados preocupada ¿Estas bien?
¿Qué si estoy bien?
Confundido y con mil preguntas es lo que estoy...
Aun no puedo creer la forma tan desmedida en la que actúe ayer, no fue correcto nada de lo que hice...
No debí besarla.
No debí dejar que sus suaves caricias me embriagaran y se penetraran hasta mis entrañas pero lo hicieron y temo por eso.
No respondo el mensaje de Chiara quien debe estársela pasando de maravilla en su luna de miel, prefiero guardar todo el borrador como "Tormenta: Los ojos de una diosa" y enviárselo a Emma quien no ha parado de insistir, espero que ya deje de joderme y así yo pueda concentrarme en que es lo que voy a ser con la mujer que se presentara en mi casa tarde o temprano.
Alessandra no va a quedarse de brazos cruzado y me pregunto ¿Cómo va a presentarse aqui?
¿Qué es lo que me dirá?
Y temo porque ese momento llegue...
...
—Debemos parar—susurro sobre sus labios.
—Luego—me responde con una sonrisa mientras mueve mi rostro a su antojo.
—Esto no...
—Shhh—me calla dejando un beso en mi nariz—, dijiste que no dijéramos nada Viktor, vivamos el momento antes de que este sueño termine...
Una llamada me saca de mis pensamiento y respondo de inmediato sabiendo de quien se trata.
