ARODMY.
Eran las ocho y media y yo me sentía más abatido que un padre entregando la mano de su hija.
Ari ya estaba lista, lucía un vestido rosa adornado con moñitos por todo el diseño, el cual, desde luego, le había pedido que se quitara. Era su primera fiesta y no permitiría que se convirtiera en objeto de burla.
No tengo conocimientos sobre moda femenina.
—¿Qué te parece si le presto uno de mis pantalones?— sugirió Arelder.
Ari nos contemplaba a ambos.
—¿Qué tiene de malo mi vestido? —preguntó con tristeza.
—Ari, si deseas comenzar a relacionarte con personas de tu edad, debes empezar a vestirte como una adolescente, y no como una niña de diez años —respondió Arelder.
—Comparto la opinión de Arelder; sin embargo, ninguno de los dos sabe cómo lograr que te vistas de una manera acorde a lo que se espera de una adolescente normal— confieso.
—Quizás Loliery pueda ayudarnos— comentó mi hermana menor—y creo que llegaré tarde—añadió.
—En las celebraciones, no es necesario ser estricto con la puntualidad; lo más divertido y emocionante suele comenzar después— dijo Arelder con una sonrisa.
—Loliery sigue enfadada conmigo; ni siquiera se toma la molestia de responder mis mensajes— me lamenté.
—Yo le llamaré— sonríe ella ignorando a nuestro hermano.
🐜🗡🐜🗡
Veinte minutos después, Loliery ya estaba confinada en la habitación de mi hermana, y ninguna de las dos se asomaba.
——No creo que a Aro le agrade este vestido —escuché decir.
—Es un amargado, nada le satisface —la voz de Loliery resonaba aún con la misma molestia que esta mañana.
—De acuerdo, pero si se molesta, tú asumirás las consecuencias —sentenció mi hermana menor.
—Está bien.
Los sonidos de sus pasos comenzaron a hacerse audibles a medida que descendían por las escaleras.
—Me niego—fue lo primero que expresé al observar a mi pequeña.
Ari lucía un vestido rojo de tirantes que se ajustaba a su figura de manera impecable, apenas alcanzando la mitad de sus muslos. Su cabello estaba elegantemente ondulado, sus mejillas irradiaban un suave tono rosado, seguramente gracias al maquillaje que Loliery le había aplicado, y sus labios estaban adornados con un intenso tono rojo.
——No estamos solicitando tu permiso. Ari no es una niña; es una joven de dieciséis años. Arodmy Darotski, a partir de este momento, seré yo quien brinde a Ari la ayuda que realmente necesita— anunció Loliery.
—Loliery es mujer y tiene más experiencia en estos temas. Les agradezco sinceramente, pero deseo ser como las demás chicas de mi edad— comentó Ari, observándonos a mí y a Arelder, quien permanecía en silencio.
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RED LOVE
Teen FictionArodmy Darotski, no se enamora él se obsesiona. Su pensamiento siempre fue no perder el tiempo con crías menores que él, seres inexpertos como suele llamarlas. Pero todo cambia cuando conoce a su dulce y tierna empleada quien poco a poco se ganará...