RED LOVE

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LOLIERY.(BELITZIA).

Llevo una semana en el hospital de Dimitri, periodo en el cual no dejo de pensar en la conversación que tuve con Arodmy o mejor dicho en su confesión.

Era extraño, sabía que debía de huir de él, alejarme por el simple hecho de sentir ese magnetismo de peligrosidad, sin embargo, había algo dentro de mi que me impedía hacerlo, esa curiosidad proveniente de alguna parte de mi ser.

Los días anteriores Dimitri o mi padre, como sea, viene  a contarme de la parte de mi vida que no recuerdo, el como me enseñó andar en bicicleta, las veces que lo obligaba a formar parte de mis pijamadas y usarlo como mi muñeca a la cual podía maquillar y jugar al te.

—Cuando tenías diez años ocacionaste un revuelo por toda la casa— expresa entre risas.

Era....agradable.

En este momento estábamos él y Arodmy.

—No creo que fuese para tanto— comento con algo de vergüenza.

—Hija, ¿te parece poco cambiar el gel de cabello por decolorante?— cuestiona.

—¿Quién fue la víctima?— pregunta Arodmy conteniendo la risa.

—El chófer—  confesó seguido de más risas— el pobre estaba apunto de renunciar del coraje, solo imagínate, un hombre de dos metros, Haitiano con el cabello rubio— cada palabra iba acompañada de un ataque de risa.

—Pobre hombre— experesa Arodmy.

Lo miro con cara de pocos amigos y rápidamente se calla.

—Pobre de ti que te tocara vivir con ella y con una mini versión de ambos— expresa Dimitri.

Arodmy sonríe, pero no era esa sonrisa siniestra y menos la coqueta, era una sonrisa diferente.

Un bostezo traicionero sale de mis labios, estoy cansada, últimamente se me es difícil conciliar el sueño, me aterra en que aparezca Ángela antes de que Arodmy la encuentre.

—Bueno yo ya me voy yendo para mi pequeña morada— dice Dimitri.

—Yo me quedaré un rato más en lo que viene Ariamy— agregó Arodmy.

Dimitri se retira dejándome a solas con Arodmy quien me observaba como un depredador observa a su pequeña presa.

Se levanta de la camilla besando suave mente mis labios, por impulso tomo su cabello profundizando más el beso.

—Iré por Ángela, mañana te darán de alta. Mañana tendrás a tu regalo de bienvenida en el sótano de Dimitri— revela.

Trago grueso, está sería la primera vez que asesinaría a una persona, presencié la muerte de Arnold y participe de cierta forma en ella. Pero no directamente.

—¿Qué pasara con Eros?, el es un bebé y tendrá que crecer sin su madre— mencionó al pequeño niño.

Desde que me enteré de mi embarazo he reflexionado, me aterra la idea de perder a mi bebé, me aterra la idea de que el pequeño Eros crecerá sin el amor de una madre.

—Hay algo que no te he dicho— veo como traga grueso intentando tomar valor— al parecer Eros es hijo de Arelder— confiesa.

Siento como mi cuerpo se tensa, mis ojos se llenan de lágrimas. ¿Ella también abusó de él?, y ahora viene a mentir y a usar a la pobre criatura.