Capitulo 10

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Un adelanto.

James.

Tres dias antes de la fiesta

Luego de terminar el entrenamiento todos se dispersan dejándome solo en el jardín, tomo un respiro bebo toda el agua de la botella y me acerco a una banca donde enciendo un cigarrillo para fumar mientras miro el jardín colmado de flores intentando recomponer las fuerzas que perdí.

Tiempo después camino a la mansión una vez más y me adentro a la sala para ver qué hacen los demás ya que no puedo dejarlos tanto tiempo sin supervisión la última vez que eso pasó la cocina termino en llamas, llegó a la sala pero el sonido del móvil me interrumpe.

—Joder.

Miro el nombre de Alfred en la pantalla y me dirijo a otro lugar para poder contestar. El malhumor me invade una vez más y esta vez tengo buenos motivos. Sus llamadas la mayoría de las veces, por no decir siempre son para dar malas noticias. Y dudo que está sea la excepción.

—Se directo.

—Al parecer el señor Smirnova adelantó su viaje.

«Putas llamadas».

—No me jodas.

El silencio se hace presente y empuñó mi mano mientras aprieto mis dientes con fuerza por toda la ira que estoy sintiendo, no debo descontrolarme pero. Solo es mierda y más maldita mierda.

—Llegara pasado mañana.

Que carajos le pasa al mundo. ¿El puto karma está en mi contra?. Estos hijos de puta no se cansan de joderme y juro que si está mierda continua yo mismo me pegaré un tiro y les ahorraré el trabajo de destronarme.

—Eso no es posible.

—Mi información siempre es confiable mi señor.

Y eso es lo que más me jode.

—En este momento tenemos que seguir con su plan. Llegaré lo antes posible para ayudarle. Por ahora avísele a los demás.

Cuelgo el teléfono y asimiló la situación, paso las manos por mi cabello exasperado y harto de la situación camino a la oficina en busca de la laptop con la información para ir a donde están todos los demás.

—Donde mierda está.

Tiro todo lo que está en la mesa estorbandome hasta que la encuentro. Cuando el estrés se apodera de mi hasta yo mismo me desconozco. Pero que putas me importa ahora.

—¿¡Y crees que es poco!?.

Escuchó los gritos de Alissa la cual parece molesta y no hago caso a lo que dice. No tengo tiempo para sus estupideces. En este momento no tengo saldo tiempo para nada.

—Ya está aquí.

Entro con la laptop en manos detesto que cuando más quiero planear y pensar con claridad el mundo lanza todo lo que tiene en mi contra dejándome en el limbo sin saber que hacer.

Solo debo mentalizarme que Cedric es una presa fácil. Suspiró al notar como todos me miran con temor y ato las emociones intrusivas que llegan a mi sistema descontrolandome a su paso.

—¿De que hablas?. —inquiere luck.

—No que, quién.

Soy de controlar mis impulsos y reacciones desesperadas pero en estos momentos no es algo que esté haciendo pero al menos lo estoy intentando.

El Legado De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora