Capitulo 45

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La fosa.

Alissa.

—¡Por qué mierda hace tanto frío!.

Liam lleva todo el rato quejándose. Los dos estamos envueltos en abrigos gruesos y bufandas, con el aliento visible en el aire frío. Al pisar la nieve nuestras botas resuenan contra el piso de hielo.

Mi alrededor, es un vasto paisaje blanco, con árboles cubiertos de escarcha y un cielo azul brillante.

El lugar es hermoso pero extremadamente helado. Luck también lleva abrigo pero no tan exagerado como el de Liam quién tiene más de cinco encima, y James porta una camisa de mangas blancas y un pantalón y se pasea por el lugar como si nada.

—No seas exagerado —replica el pelirrojo—. No hace tanto frio.

—¡Lo dices porque estás acostumbrado!.

—En Italia también hay temperaturas heladas.

—¡Pero no así!. —se detiene—. ¡Literalmente estamos caminando sobre hielo!.

Hombres vienen tras nosotros con las armas y otros nos guían con mapas hasta el sitio que vigilan, sujeto el brazo del ruso abrazándome a su cuerpo y el ríe, es el único que al parecer no le afecta en lo absoluto el frío.

—Y se supone que estamos en verano —dice James.

El rubio suspira aferrándose a su abrigó y avanzamos guiados por hombres experimentados que conocen bien el terreno. Todo el paisaje es vasto y desolado y no hay más que pequeñas plantas y pocos árboles que prevalecen a pesar de la temperaturas.

Informan que estamos por llegar y a lo lejos vislumbró tiendas de campañas en la nieve. Como una especie de campamento improvisado.

Los cuatro nos acercamos hasta los hombres que se pasean de un lado a otro haciendo no sé qué. Hay cinco aquí y cinco que nos acompañan además de Nía y Elio. Todos nos dedican un saludo y observo como Alfred sale de una de las carpas para dirigirse a nosotros.

—Me alegro de que todos estén bien —nos dice.

—¿Nuestras madres no saben de esto verdad?. —inquiere James y el hombre niega.

Nos dirige a la carpa más grande donde hay una mesa con planos del sitio por el que estamos aquí.

—Hablamos con una de las tribus del lugar —informa—. Por lo poco que cuentan ese edificio lleva años allí. Once o doce quizás.

Los cuatro nos miramos sin decir nada. «Nuestros padres murieron hace doce años». Sacudo mi cabeza olvidando las locas suposiciones.

—Suelen cambiar el personal cada año y medio —nos dice—. Y según ellos. Hay una mujer a la que apodan “Víbora”. Al parecer es la líder que controla el sitio.

Deja una foto en la mesa y la saliva se me amarga al ver a la mujer. «Elizabeth Wets». Hay fotos de ella entrando al lugar, con maletines y demás.

—Eso lo explica —susurra el pelirrojo mirando la foto.

En cada rostro se forma una expresión distinta y me preocupa lo rojo qué se pone la cara de James.

—Eso explica que Luck. —nos mira a ambos—. ¡Eso explica que!.

—La investigué... Pero no encontré registros de ella ni de antepasados con su apellido.

Su cara se desfigura.

—¿¡Y no fuiste capaz de decírmelo!?. —increpa enfurecido.

—¡Ya habías firmado James!.

El Legado De La Mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora