Después de vencer y encerrar a las Trix otra vez, las Winx se toman unas merecidas vacaciones con los especialistas excepto por Flora, pero talvez está casualidad lo cambié todo y algo nuevo se habrá ante sus ojos.
El corazón es débil, y las emocion...
- ¡¡Tenme más respeto qué soy tú madre, no te lleve nueve meses en mi vientre, para que me trates así!! - sus ojos tomaron una tonalidad ligeramente diferente debido al enojo.
- No quise hablarte así lo juró, yo solo...
- Pues controla mejor esos instintos salvajes, porque esa sangre mágica qué corre por tus venas no es ningún juego. - Con un leve toque en la frente, hace que Armin se estampe contra la pared.
- Mamá, por favor - siente los cambios en su cuerpo.
- ¿Hiciste el juramento de caballero pequeño bribón?
- No. - Da lentas y profundas respiraciones, tratando de controlar sus cambios.
- Maravilloso, simplemente maravilloso. - Habla con el mayor sarcasmo posible. - ¿Ahora qué harás pequeño príncipe? Necesitás sangre y no creo que puedas beber la de la familia, porque ya te enlazaste genio.
- ¿Enlazarme? ¿Pero qué dices madre?
- Tú corazón ya no te pertenece solo a ti chiquillo, dejaste que ese ser, qué todos tenemos eligiera a tu compañera, por lo que ya hay un lazo diminuto de por medio. - suspira luego de analizar de cerca a su hijo.
- ¿Mamá? - Recibe un ligero golpe.
- Eres igual de tonto qué tu padre, todos lo sois - se masajea la sien. - Ven conmigo.
°°°
Mi cabeza. Mira a todos lados confundida, avergonzandose más por lo último que llegó a pasar por su mente.
- Ese tonto. - Ve a un joven acercarse con cierta cautela. - Hola pequeño.
- Buenos días señorita, espero haya dormido bien. - se inclina ligeramente. - Sus majestades desean verla.
- ¿A mí? - Ve que la chica asiente. - ¿A dónde debo ir?
- Yo la llevaré. - Intenta a toda costa no tocarla ni por accidente.
- ¿Trabajas aquí?
- Soy aprendiz de caballero mi lady. - Abre una puerta al costado derecho. - Adelante.
- Gracias. - se sorprende al ver a las personas en el interior.
- Toma asiento. - le entrega un agua aromática fría.
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Flora estaba distraída con la belleza de la mujer, parecía tener su edad así que talvez era alguna dama de compañía de Angela, era lo único que se le ocurría.
- Cuéntame de ti. - desgusta una tarta de frutos rojos. - Después de escuchar tu nombre de parte de Angela y los demás, me causó cierta curiosidad.
- ¿Hablan mucho de mí?
- Todo el tiempo, en especial Armin, porque los demás mencionan más a otras chicas. - hace notas mentales del comportamiento de la chica. - Pareces agradarle mucho a ese muchacho - ve con interés el ligero rubor en el rostro de la morena.
- No puede ser, ya que solo somos amigos. - responde un poco reacia.
- Los amigos no hacen lo mismo que ustedes. - Es consciente de la reacción exagerada del hada. - Armin no se porta así con nadie, ni cuando lo engañaron para comprometerse con una noble de alto rango, esa chica era buena, pero Armin nunca le presto atención lo que termino en que el compromiso fuera roto por la vergüenza qué causó aquella familia.
- ¿Prometida? ¿Tuvo una prometida?
- Prometida oficial no, nunca la tuvo, pero siempre hay familias que autoproclaman a sus hijas como las prometidas originales de los príncipes, en especial de Armin qué es el más cotizado por ser frío. - toma aire antes de seguir hablando, interrumpiendo a Flora. - Excepto contigo claro está.
- A Lucían le encanta tomarme el pelo. - comenta molesta.
- ¿Lucían? - frunce ligeramente el ceño. - No suele dejar que le llamen por su segundo nombre con tanta familiaridad.
- Pues es muy confiado conmigo.
- Ese niño... - hace una ligera mueca. - De todas formas ¿Flora?
- Mmm - bebe de su agua con cierta velocidad.
- ¿A usted le interesaría ser la prometida de mi Armin? - escucha algo de ruido en la habitación contraria, mientras que ve como Flora casi se ahoga por la sorpresa. - ¿Estás bien?
- Sí, lo estoy... - observa sin saber cómo responder a la propuesta anterior.
- Disculpa la pregunta, pero debido a que este niño ignorante en asuntos como estos, me veo en la obligación de tomar cartas en el asunto. - suspira exasperada. - Y pues ese bribón tiene razón, eres una buena chica, demasiado buena debería decir, pero me agradas pequeña flor a pesar de todo. - Deja ver a un Armin amarrado de pies a cabeza detrás de la puerta en la habitación contigua. - Sí esto hubiera sido unilateral sería difícil de solucionarlo, pero ambos parecen sentir lo mismo, lo mejor será juntarlos oficialmente.
- ¡Ella ya esta con alguien madre! - casi grita luego de safarse de la tela en su boca.
- Oh, eso complica las cosas entonces.
- ¿Madre? ¿Es tu madre?
- Sí... - desvía la mirada incómodo.
- Su majestad la reina, lo lamento yo... - Es envuelta en un abrazo. - ¿Eh?
- No es necesario las etiquetas querida, después de todo seremos familia en algún momento - comenta feliz.
- ¡Detente mamá! - la tela vuelve impedirle hablar.
Por más que se movía y hacía ruido, era completamente ignorado por su progenitora qué seguía acaparando a su florecita. Aunque era mejor si estaba amarrado, porque recientemente ha estado perdiendo el control sobre sus instintos.
•••
- ¿Crees qué podrías darle una oportunidad a mi hijo pequeña señorita?
- Esto... - trata de mantenerle la mirada sin éxito.
- No te obligaré a estar con Armin, pero creo que es momento de que pienses bien en tus sentimientos pequeña. - Acomoda sus cabellos. - ¿Realmente amas a ese hombre con el que estás?
Flora no dijo nada por un largo tiempo, hasta que soltando un suspiro comenzó a hablar un poco bajo.
- Ya... No lo amo. - siente una mirada intensa sobre ella. - Por eso antes de venir acá, termine mi relación con Helia.
A sus espaldas un cactus puso una cara de horror y sorpresa, pero a los segundos comenzó a levantar un trofeo a lo grande. Solo Armin fue consciente de la escena y no pudo evitar reírse de las ocurrencias de aquella planta, al menos no era irritante su presencia, aunque siempre aparezca de la nada.
- Entonces, ya viniste preparada.
- En realidad no, solo no le veía más sentido a una relación unilateral y en la que yo ya no sentía lo de antes. - baja la cabeza pensativa.
- ¿Quisieras ser la amiga especial de Armin?
- Con especial se refiere a...
- Bueno, actualmente os llevais muy bien ¿no? - le pone algo en el cabello. - Sí pasais más tiempo juntos, entonces pueden fortalecer ese lazo que tienen ambos.
