Bite

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Un nuevo día comenzó y todo estaba muy animado por la celebración de bendición en Domino, porque su primera princesa estaba embarazada y esa noche sabrían qué será.

Todas las Winx ya estaban en el castillo, al igual que otros invitados de otros reinos, Ashley había llegado con Armin a cuestas, nadie los notó gracias a la sutil habilidad de ambos.

- ¿Qué necesidad había de venir Armin? - Lo sostiene cuando lo ve desfallecer agarrando la zona de su corazón. - ¡¡ARMIN!!

- Tengo que encontrarla Ashley.

- Estás en un pésimo estado Armin, solo déjanos esto a nosotros. - Apretá los puños.

- No, debo de hacerlo yo mismo.

- Joder Armin, haz estado casi dos meses sin beber sangre, se que solo necesitas la de la cuñada, pero es que tú... - Se acomoda la ropa de sirvienta qué traía en ese momento.

- Si vas a estar así de necio, tendré seguir con está apariencia por seguridad, menos mal hace unos días Jessiline pudo cubrirme cuando Stella estuvo por cambiarse en frente mío

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- Si vas a estar así de necio, tendré seguir con está apariencia por seguridad, menos mal hace unos días Jessiline pudo cubrirme cuando Stella estuvo por cambiarse en frente mío. - Se queja abiertamente.

- Jessiline tenía curiosidad por mi prometida ¿verdad?

- Sí, más fue por eso que tomo mi lugar ese día. - Patea a su hermano en el abdomen sin preocupación alguna.

- Deja de quejarte Ashley y déjame solo, necesito entrenar. - Se inyecta un líquido de color fucsia con matices neón.

- Necesitas sangre Armin. - Sale de la habitación con frustración. - Alistair va ha estar molesto por esto y ni se diga de Angie.

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Después de inyectarse aquella sustancia, grito de dolor por un largo rato, pero al abrir los ojos estos eran rojos sangre en un espacio tan negro como la oscuridad. Su demonio estaba exigiendo sangre otra vez, pero Armin apretando los dientes, se apuñaló una mano sin miramientos.

Pasado una hora, su mano se fue regenerando y estaba listo para entrenar de nuevo, puede que está noche pierda el control por haberse negado a beber la sangre de su compañera. Puede que sus instintos salvajes tomen el control esa noche, no quiere derramar sangre innecesariamente, así que se quedará en la habitación, igual sabe que ella vendrá por él cuando desaparezca del baile. Lo mejor era hacerles creer que nada pasará con ellos, que no saben de la anormalidad en su prometida.

- Tks... Debo entrenar con más intensidad para controlar mi necesidad de sangre. - Preparó las armas con las que entrenaría.

《 Inmarcesible 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora