No debí seguir el ruido

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Amarok ha estado incontrolable estos días, creo que esta demasiado estresado así voy a sacarlo a pasear, justo tengo unos días libres debido a que la señorita Faragonda está arreglando ciertos asuntos del edificio. Fui a comentárselo a las chicas, pero solo me encontré con Celine que tenía un nuevo atuendo, supongo que Stella la convenció de alguna forma.

—Celine. —Ve con inquietud a Amarok—. ¿Cómo estás? ¿Haz visto a las chicas?

—Estoy bien en lo que cabe. —Le da algunos mimos al lobo—. Stella está en una llamada, Musa salió a Magix y a las demás las vi salir hace unas horas, parecía que iban a encontrarse con los especialistas. —Se encogió de hombros—. Volveré después, cuídate Flora.

—Sí, eso haré. —Se acerca a la puerta, escuchando la alteración de Stella—. Supongo que le dejaré una nota, vamos Amarok. —Saluda a varias estudiantes, hasta que ingresa al bosque siguiendo el sendero.

Mientras caminaba encontré especies de flores que no había visto antes. Tomé algunas muestras en lo que cada cierto tiempo veía el estado de Amarok, parecía medianamente más tranquilo, aunque todavía estaba muy tenso. Al avanzar por un largo rato me encontré con un peculiar árbol, estoy completamente segura que esto no estaba aquí.

Al acercarme más y tocarlo sentí el latido de un corazón lo que me sorprendió, incluso Amarok estaba inspeccionando lo con total seriedad. Entonces el joven árbol se movió y moldeo su apariencia a una más humana hasta cierto punto, este tipo de criaturas sólo la he visto en leyendas.

—¿Quién perturba mi descanso? —Hablo con dos voces diferentes—. ¿Quién eres?

—Perdóna, de verdad que no fue a propósito, soy Flora y él es Amarok. —Le demuestra cortesía—.

—Flora... —Se acerca a verla de cerca—. Es un buen nombre sin duda y tú animal hada es bastante especial. —Regresa a su posición inicial—. Soy una driade pequeña hada.

—¿Cómo llegó una criatura tan majestuosa hasta aquí? —Se inclina levemente—.

—Pronto comenzará la época de depuración en esta zona, por lo cual las driades y fairys daremos la ubicación de los objetivos y cuidaremos la salida. —Su tono se volvió serio—. Lo que me lleva a preguntar. —La observa de nuevo—. ¿Cómo una hada pudo atravesar mi muro ilusorio protector?

—¿A qué te refieres? —Comienza a sentir un leve ardor en su cuello—. Duele demasiado. —Suelta un quejido de dolor que llama la atención de la Driade—.

Sin percatarse de los alrededores, Flora apenas nota como le levantan el cabello en donde la marca invisible se vuelve visible, sorprendiéndo a la driade de aquello, por lo cual deja caer una gota de su savia aliviando el dolor de la chica en ese instante. Amarok se acercó bastante preocupado haciendo sonidos lastimeros, gruñendo a la Driade bastante molesto.

—Aplícate esto en tu marca cada doce horas y si duele demasiado, hazlo cada seis horas. —Le entrega un recipiente con una sustancia turquesa—. Es hora de irse. —Los lleva hasta la salida con sus ramas—.

—Gracias. —Se deja caer en Amarok—. Disculpa Amarok, a la final el paseo no salió tan bien como pensaba. —Lo acaricia apenada—. Tranquilo estoy bien.

A pesar de sus palabras tranquilizadoras, Amarok no opinaba lo mismo por lo cual la cargo como pudo sobre su espalda, en ese tiempo se había hecho más fuerte por que podía cargar a Flora sin problemas. Mientras caminaba veía que su ama se estaba por dormir, cuando iba a pasar de largo el lago Roca Luz, escucho unas voces que no le gustaron mucho por lo que iba acelerando el paso, pero Flora escucho y muy a pesar de su molestia se acercó en silencio, sintiendo como su ama se iba tensando un poco.

—Chicas... —Se quedó callada de inmediato al verlas tan felices en su día de picnic—. ¿Helia? —Lo ve muy cerca de la princesa—. Amarok, no hagas ruido por un momento, por favor.

Flora saca su móvil escribiéndole un pequeño mensaje a Helia y las chicas, la respuesta que recibió la hizo sentirse mal, pero le dolió más la respuesta de Helia. Como pudo escribirle que esta entrenando con su abuelo cuando está con la princesa Kristal conversando de forma cercana. Flora perdió los ánimos por completo y pidió a su lobo que corriera lejos de ahí, que quería estar sola por buen rato. Amarok echo a correr no sin antes lanzar un aullido de advertencia que alertó a los otros, pero para cuando se acercaron, apenas lograron ver algunos cabellos castaños a lo lejos, que no tomaron mucha importancia al escuchar el sonido de una moto.

Para el desconcierto de todos era Riven.

El problemático había regresado.

—¿Helia, ya no estas con Flora acaso? —Provoco un ambiente incómodo—. ¿O acaso ella no sabe que estás aquí con otra mujer? —Esquiva sus ataques—. ¿Por qué tan enfadado Helia?

—¡¡Cállate Riven!! —Siguió atacando bastante cansado—. Solo estoy cuidando a la princesa, es parte de mi entrenamiento.

—Desde cuando es necesario ser tan cercano a tu protegida cuando ya tienes a alguien más. —Le hizo más burla—.

—¿Nunca haz tenido una mejor amiga? —Se alivió cuando los demás se pusieron de su lado—.

—Flora no merece sus mentiras. —Recibe una llamada—. Belinda, sí, está bien, mándame tu ubicación, iré por ti pronto, no estoy ocupado, me encontré con basura, tienes pistas ¿eh? —Va hacia su moto—. Ese sujeto no me agrada, bien, bien, te veo en un rato. —Corta la llamada con una extraña mirada para los demás—.

—¿Tan rápido estas engañando a Musa? —Bloom le reclamó—.

—¿El ego te volvió estúpida? —Se burlo de nuevo—. Sky, tienes muy mal gusto. —Se marcha sin voltear a verlos—.

—No hagan caso. —Tranquiliza a todos—. Riven siempre ha sido un imbécil.

—Sky tiene razón, es mejor ignorarlo. —Le da la razón a su mejor amigo—.

—Se me fue el apetito. —Todos estuvieron de acuerdo—.

Empezando a recoger las cosas fueron de regreso a Alfea, encontrando que la Directora Faragonda estaba recibiendo con mucho respeto a una especie de embajada de la cual vieron como Riven iba cerca de tres de ellos.

¿Qué está sucediendo aquí?

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《 Inmarcesible 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora