《 Inmarcesible 》

Cometieron un error

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Los reyes esperaban con ansias a que de la media noche, para que se completará sus planes, después de las 12 la manipulación terminaría, pero esperaban qué para ese entonces uno de los herederos estén heridos de gravedad, teniendo la moral baja será más fácil manipular a los menores.

Eso pensaban, pero pasaron por alto varios detalles, como qué uno o dos de los hermanos nunca fueron vistos, el tercer príncipe porque estaba vestido de mujer, pero el llamado tesoro de Obsidiana, la princesa Angela nunca llego a pisar Domino.

Aquello era extraño para muchos, considerando qué los cuatro herederos de aquella nación siempre estaban juntos de una u otra manera, así que no ver a la hija menor puso en tensión a algunos nobles de alto rango.

Algo no se sentía bien desde el inicio de la fiesta, además de que el segundo príncipe y la Winx de la naturaleza habían desaparecido.

Cuando la princesa Dapfne estuvo por dar las buenas noticias, la puerta se abrió abruptamente, ni los caballeros pudieron hacer nada, porque una fuerza invisible los hizo quedarse en el suelo, alguien había alterado la gravedad a su alrededor.

¿Pero quién tendría una habilidad tan aterradora?

Aquella respuesta fue respondida de inmediato, cuando vieron a una pelinegra con un bello vestido escarlata con ojos ámbar y rojos brillando como los de un depredador. Una pistola en su manos qué fue apuntada a su propia cabeza, al verla jalar del gatillo, se escucharon gritos mezclados con el característico sonido de un arma siendo disparada.

— Princesa Angela. — Las otras personas pertenecientes a los tres reinos se inclinaron respetuosamente ante ella.

— Belinda, Jessiline y Jessie. — Se alegra al ver que todos los quería se quedaron congelados en el tiempo. — Informen.

— La señorita Flora está con él príncipe Armin y no han vuelto desde hace rato, pero hemos detectado el aroma de la sangre y las lágrimas. — Reporta con seriedad Jessie.

— Bien hecho mi lindo prometido. — Se permite burlarse un poco. — ¿Siguen aquí? — Mira a las otras dos chicas.

— Sí, están cerca de la familia real de Domino — hablaron al mismo tiempo.

— Sus hermanos están custodiando las puertas, para que no los molesten.

— Gracias chicas. — Ve el terror en los ojos de los reyes de Linfea. — Igual solo dejaré un pequeño regalo por el momento, sería muy aburrido terminar con todo esto de golpe y derramar sangre inocente de pasó.

— Princesa Angela ¿verdad?

— Oh, disculpe el escándalo princesa Dapfne, pero tengo un pendiente con los reyes de Linfea. — Sonríe con una dulzura inquietante.

— ¿Qué sucede Angie? — pregunta en voz baja.

•••

Nadie supo de que hablaron, pero Dafpne se notaba ligeramente afectada. Cuando llego a trono, Oritel y Marion estaban listos para atacar en cualquier momento, pero contrario a lo que pensaron, Angela se portó como una joven noble más que no era consciente del caos qué ocurría.

Cuando comenzó a hablar, el quiero de forma lenta a su alrededor.

— Pido sus disculpas sus majestades, pero debía entregar un presente con urgencia. — Se arrodilla para sonar más sincera. — Encontré a un caballero malherido en el camino, no pude salvarlo — su voz sonaba rota y llena de temor.

— ¿Cuál es el presente? — Oritel se siente incómoda por las lágrimas de la joven.

— Esto. — Muestra un peculiar orbe qué puso pálidos a dos individuos. — Es de suma importancia sus majestades, también me disculpo por lo de sus caballeros, pero parece que no me reconocieron como la princesa de Obsidiana. — Se levanta dejando el orbe flotando en medio.