《 Inmarcesible 》

Pasando tiempo de calidad

》🌺《

Ya debió pasar un mes entero desde el baile en Linfea, en todo ese transcurso Flora estuvo con Stella, Musa y Celine los fines de semana, mientras que entre semana solía estar sembrando con Mielle diferentes plantas, con las cuales practicaba su magia.

Angela se había marchado tres días después, aunque regresaba de vez en cuando a ver como iba todo. Siempre regresaba a una hora en específico, Flora sabía que no debía de preocuparse, pero las flores siempre le contaban todo y en esa ocasión no fue diferente solo que...

"Esa chica tan adorable ya llegó de nuevo".

"Solo que no vino sola".

"¡Es cierto! ¡Es cierto! Esta acompañada de un chico guapísimo".

"Debe de ser su hermano".

"¿Por qué dices aquello?".

" Ambos tienen el mismo tipo de ojos, es decir... tienen heterocromía".

— ¿Por dónde está Lucy? — le pregunta a las rosas.

"Cerca del cerezo a lado del arroyo".

— Gracias.

No sabía bien el porque iba a buscarlo, pero no es solo por el intercambio de cartas que han tenido en la última semana. Supone que sólo quiere hablar con él y ya.

Después de alrededor de 10 minutos caminando, llega a ver como ambos hermanos están jugando en el agua, ambos están empapados, están usando magia y Armin tenía la ventaja.

— ¡Kyaa! Eso es trampa Arm. — desvía una enorme bola de agua con una ventisca.

— ¿Lo dice la que se puede secar a voluntad? — Se eleva en una plataforma de agua.

— No te hagas el ofendido ahora. — le lanza una especie de nube, sin percatarse que un bloque de agua flotaba por encima suya y cuando su nube botó a Armin al arroyo, ella terminó empapada de nuevo. — ¡¡ARMIN!! CONCHE TU MADRE

— Vocabulario. — La reprende quitándose el cabello mojado de la cara.

— Oh, por favor, tú tienes peor vocabulario que yo. — cuando pasa una brisa tiembla por el frío.

— Mejor ve a abrigarte. — busca en su mochila un abrigo. — Ponte esto.

— Esto me queda muy grande Arm. — hace un puchero.

— ¿Y no es mejor así? — sonríe un poco.

•••

Antes de poder seguir comportándose como una niña con su hermano, el viento le hace llegar un pequeño susurró, una risilla para ser exactos, lo que la hace detenerse y tosiendo se pone en una posición más solemne.

Armin también nota la presencia de un tercero no muy lejos, pero no se preocupa porque sabe bien quien es. Desde que llegó sabía que era la florecita, pero solo decidió no decirle nada a Angela.

— Lo sabías y no me dijiste. — le pisa un pie con fuerza.

— Son amigas ¿de qué te preocupas? — soporta el dolor.

— Qué tengo una imagen que cuidar. — se acomoda su vestimenta como puede. — ¡¡Flora!! — le hace señales para que se acerque.

— Eso es tonto, pequeña.

— Cállate Arm. — le da un beso en la mejilla a su amiga.

— Hola Lucy. — ve por el rabillo del ojo a Armin.