Cuando una persona ama a alguien, busca la manera de gustarle y sino... pues se fuerza el destino.
Draco odiaba a Harry, lo odio desde el primer momento en que rechazó su amistad.
Harry se había enamorado de Cedric, y quería que él se fijará en él...
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･ﾟ♡ﾟ･｡:chapter eight:｡･ﾟ♡ﾟ･｡ ✐; un nuevo sentimiento│ │ ┆ │ ┆
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𝐇𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐓𝐈𝐑Ó 𝐃𝐄 𝐃𝐑𝐀𝐂𝐎 𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐋𝐋𝐄𝐕𝐀𝐑𝐋𝐎 𝐀 𝐔𝐍 𝐒𝐀𝐋Ó𝐍 𝐕𝐀𝐂Í𝐎, 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑𝐀 𝐓𝐑𝐄𝐋𝐀𝐖𝐍𝐄𝐘 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐁𝐀 𝐂𝐎𝐋𝐎𝐂𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐌𝐄𝐓𝐈𝐂𝐔𝐋𝐎𝐒𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐅𝐑𝐀𝐒𝐂𝐎𝐒 𝐋𝐋𝐄𝐍𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐋Í𝐐𝐔𝐈𝐃𝐎𝐒 𝐘 𝐏𝐎𝐋𝐕𝐎𝐒 𝐌𝐈𝐒𝐓𝐄𝐑𝐈𝐎𝐒𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐔𝐍𝐀 𝐑𝐄𝐏𝐈𝐒𝐀. Ella los miró a través de sus gafas redondas, con una expresión de vago interés.
—Llegaron temprano —murmuró la profesora en su tono etéreo.
—Son las diez de la mañana. Eso no es temprano —bufó Draco, cruzando los brazos con impaciencia.
Harry rodó los ojos, exasperado por el tono de Draco. Se adelantó y habló con un aire más amable.
—Debí haber venido antes en cuanto recibí la caja. Tengo una pregunta: ¿el libro de hechizos que había dentro es... seguro?
Draco se adelantó, poniéndose entre él y Trelawney con una sonrisa maliciosa.
—¿No te parece obvio al verme? Claro que funciona, Potter.
Harry lo apartó de un empujón, su expresión claramente molesta.
—Ya no necesito comentarios de color, gracias —murmuró.
La profesora Trelawney les hizo un gesto a ambos para que se calmaran y señaló a Draco primero.
—No suelo hacer consultas grupales. Draco, ven. Tú serás el primero.
Draco le lanzó a Harry una mirada sarcástica antes de seguir a Trelawney hacia el interior de la habitación. Harry se quedó afuera, cruzado de brazos y tamborileando los dedos impacientemente contra su manga.
