Cuando una persona ama a alguien, busca la manera de gustarle y sino... pues se fuerza el destino.
Draco odiaba a Harry, lo odio desde el primer momento en que rechazó su amistad.
Harry se había enamorado de Cedric, y quería que él se fijará en él...
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｡･ﾟ♡ﾟ･｡:chapter twenty six:｡･ﾟ♡ﾟ･｡ ✐; la maldad de un corazón roto│ │ ┆ │ ┆
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𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐎 𝐃𝐄 𝐐𝐔𝐈𝐃𝐃𝐈𝐓𝐂𝐇 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐋𝐋Ó 𝐄𝐍 𝐀𝐏𝐋𝐀𝐔𝐒𝐎𝐒 𝐘 𝐕Í𝐓𝐎𝐑𝐄𝐒 𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐀𝐌𝐁𝐎𝐒 𝐄𝐐𝐔𝐈𝐏𝐎𝐒 𝐓𝐎𝐌𝐀𝐁𝐀𝐍 𝐒𝐔𝐒 𝐏𝐎𝐒𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒. Las túnicas escarlatas de Gryffindor ondeaban al viento mientras el equipo de Ravenclaw, envuelto en azul, se posicionaba ya en el centro. Cho Chang, la única chica del equipo contrario, estaba concentrada, su mirada fija en el cielo. Cedric, desde las gradas, no pudo evitar sonreír al ver a Cho, aunque su atención se desviaba constantemente hacia Harry, sintiendo el pulso acelerado en su pecho al verlo montar su nueva escoba.
—Wood, Davies, dense la mano —ordenó la señora Hooch, firme como siempre.
Oliver Wood extendió la mano con determinación, encontrándose con la del capitán de Ravenclaw en un apretón competitivo. Con una última mirada a su equipo, Wood asintió.
—¡Monten en sus escobas! ¡A mi señal! Tres... dos... uno...
Harry apenas escuchó el final de la cuenta regresiva antes de despegar como un relámpago, su Saeta de Fuego elevándose con una rapidez vertiginosa, dejando a la multitud sin aliento. Se desplazaba sobre el campo con una ligereza impresionante, escudriñando el aire, buscando el pequeño destello dorado de la Snitch.
Lee Jordan, con su entusiasmo característico, empezó a narrar el partido desde la tribuna:
—¡Y el partido arranca! Y no podemos dejar de hablar de la increíble Saeta de Fuego de Harry Potter, la cual ha sido elegida por equipos nacionales para el campeonato mundial este año, ¡una joya de escoba, señoras y señores!
—Jordan, al partido, por favor —le interrumpió la profesora McGonagall, su tono de reproche apenas ocultando una sonrisa.
—Claro, claro, profesora. Solo brindando información esencial. La Saeta, debo decir, tiene frenos automáticos y...
