Cuando una persona ama a alguien, busca la manera de gustarle y sino... pues se fuerza el destino.
Draco odiaba a Harry, lo odio desde el primer momento en que rechazó su amistad.
Harry se había enamorado de Cedric, y quería que él se fijará en él...
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𝐙𝐀𝐁𝐈𝐍𝐈 𝐂𝐑𝐔𝐙Ó 𝐋𝐀𝐒 𝐏𝐈𝐄𝐑𝐍𝐀𝐒 𝐂𝐎𝐍 𝐄𝐋𝐄𝐆𝐀𝐍𝐂𝐈𝐀 𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐒𝐄 𝐑𝐄𝐂𝐋𝐈𝐍𝐀𝐁𝐀 𝐒𝐎𝐁𝐑𝐄 𝐄𝐋 𝐒𝐎𝐅Á 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐋𝐀 𝐂𝐎𝐌Ú𝐍 𝐃𝐄 𝐒𝐋𝐘𝐓𝐇𝐄𝐑𝐈𝐍, 𝐒𝐔𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐎𝐒 𝐅𝐈𝐉𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐃𝐑𝐀𝐂𝐎 𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐂𝐎𝐍 𝐔𝐍𝐀 𝐌𝐄𝐙𝐂𝐋𝐀 𝐃𝐄 𝐈𝐌𝐏𝐀𝐂𝐈𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 𝐘 𝐂𝐔𝐑𝐈𝐎𝐒𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐃𝐄𝐒𝐄𝐍𝐅𝐑𝐄𝐍𝐀𝐃𝐀. Pansy, Hermione y Ron estaban sentados cerca, con sus rostros expectantes. Pansy ya había cambiado de posición tres veces, mientras Hermione ajustaba sus ropa y Ron mantenía una expresión de asombro perpetuo.
—Vale, así que derrotaron al Señor Tenebroso —dijo Blaise, moviendo una mano para enfatizar su punto—. Pero, en serio, ¿cómo demonios pasó todo eso de los Horrocruxes? Y, por favor, no se salten ni un detalle. Quiero la historia completa.
Draco rodó los ojos, pero una ligera sonrisa se formó en sus labios. Harry, a su lado, suspiró y compartió una mirada rápida con Draco, como si se comunicaran sin palabras.
—Empieza tú —le indicó Harry con un gesto, inclinándose un poco hacia delante—. Tú eres mejor para explicarlo, Cerebrito.
—Por supuesto, Potter. Como siempre, salvando el día pero dejándome con la explicación tediosa —respondió Draco con sarcasmo, aunque no podía ocultar el leve orgullo en su voz.
—No tenemos todo el día, Malfoy —bufó Pansy, aunque la sonrisa en su rostro delataba su interés.
—Muy bien. Todo comenzó cuando Sirius encontró una carta antigua en Grimmauld Place, en una de las habitaciones más escondidas —empezó Draco, cruzando los brazos—. Era de su hermano, Regulus Black. En ella explicaba cómo había descubierto la existencia de los Horrocruxes y su intento por destruir uno. El guardapelo, como recordarán.
—El famoso guardapelo —murmuró Hermione, inclinándose hacia delante, completamente cautivada.
—Exacto —continuó Draco—. Lo interesante fue que necesitábamos información adicional, así que el director de Durmstrang, Igor Karkaroff, accedió a ayudarnos. Al parecer, tenía información sobre los artefactos oscuros gracias a sus años como mortífago y como parte de sus propias investigaciones.
—Ah, siempre hay un mortífago útil en cada esquina, ¿no? —comentó Ron con ironía. Pansy y Blaise asintieron, aunque no dejaron de prestar atención.
Harry tomó la palabra. Su tono se volvió más serio, más grave.
—Una vez que supimos lo de los Horrocruxes, la cosa se complicó. El diario fue el primero en ser destruido... ustedes ya saben cómo —dijo, mirando brevemente a Hermione y Ron, quienes asintieron recordando la Cámara de los Secretos.
