veinticuatro

40 12 3
                                    

El único lugar seguro al que se le ocurrió correr fue al departamento de los chicos, esperando que lo recibieran de buena manera pues el hecho de quedarse en su departamento con todo lo que había pasado no le convencía del todo, no se sentía seguro. Tomó un taxi hasta allá, tenía grabada la dirección de Hueningkai en su mente cual tatuaje impregnado en él, sin tomarse la molestia de mandarle un mensaje y avisarle de su llegada.

Mientras ellos mantenían su rutina normal, olvidando la charla que habían tenido con Yoongi hace unos minutos, sintiéndose mucho más tranquilos pues la mejor decisión que habían tomado era dejar que fluyera todo. Fregando los platos, barriendo su espacio y cada uno con sus tareas, todo en silencio por parte de ellos de no ser por la fuerte música puesta por Beomgyu reproduciéndose a todo volumen en la pantalla de la sala. Por parte de Hueningkai, los sentimientos de duda se sembraron en su corazón, pensando seriamente en lo que había dicho Beomgyu en el despacho de su manager, ¿Minseok tenía algo que ver con el escándalo de esta mañana?

Sabía de la fortuna que llevaba arrastrando la madre de Soobin, siendo ella una de las empresarias más prestigiosas del país, su nombre salía en absolutamente todas las noticias, era una mujer tan conocida. Además de haber parido a un ángel con el que lucró alrededor de casi diez años en el mundo del modelaje, desconocía si tenía más familia, pero sabía que con la carrera de Soobin y lo que ella hizo durante sus años activa laboralmente, habían reunido una gran fortuna que todos envidiaban y añoraban tener derrochando en sus manos.

Esa teoría rápidamente respondió a sus preguntas sobre la "sobreprotección" de su manager hacia Soobin, el porque la indiferencia de Soobin por un tiempo, todo esto lo había venido observando el tiempo que filmaron juntos y finalmente tenía la respuesta para sus dudas.

En ese momento, el timbre sonó, llamando la atención de todos los presentes en la propiedad, siendo Yeonjun el que se adelantó a abrirle a la inesperada visita.

—hola Soob, ¿qué hay?, pasa por favor..— saludó con cortesía y dejó entrar al angustiado pelinegro parado frente a la puerta, sonriendo con timidez agradeciendo con un susurro y adentrándose a la propiedad de los chicos. El pelimenta automáticamente corrió a la puerta abandonando su actividad al ver a su querido Soobin ahí. —mi amor, ¿qué estás haciendo aquí?

—enfrenté a mi madre y.. bueno, quería saber como estabas tú.. quería pasar antes de irme a casa.— mintió. Generando preocupación en todos los presentes al mencionar lo primero y lo último. —¿qué pasó con tu madre?, no te ves bien..— dijo Hueningkai.

—¿vas a irte a dormir solo?, ¿no quieres quedarte o al menos que Huening vaya a dormir contigo?— sugirió Taehyun. —peleamos, ella intenta comprometerme con alguien más con la excusa de que está enferma, yo no quiero.. no quiero verla más, no me interesa lo que quiera ella. Y bueno, no me da confianza quedarme en mi departamento solo.. ¿puedo quedarme aquí unos días en lo que pasa todo..?, prometo no estorbar..

—amigo, jamás vas a estorbar. Puedo darte mi lugar para que puedas dormir, ¿de acuerdo?, por favor siéntete como en casa.— dijo Beomgyu con toda la servicialidad del mundo, invitando a pasar a Soobin y adentrarse más aún en la sala donde todos se sentaron a acompañarlo, teniendo curiosidad de saber que había pasado.

—gracias a todos, prometo no ser una carga para todos ustedes..

—tranquilo, pero dinos que pasó, ¿hablaste con.. tu novio?— Soobin interrumpió a Yeonjun en cuanto lo mencionó de esa forma. —Hyungwon, se llama así. Él confesó que también había sido infiel, no entiendo cuál fue el punto de su desgarradora entrevista si él hizo lo mismo, sólo rompimos el compromiso y no habrá nada y..

—Soobin, ¿tu manager no es el mismo hombre que dirige la editorial donde él trabaja?— se atrevió a preguntar Taehyun, habiendo suspirar a Soobin, frustrado de tener que dar demasiadas explicaciones ahora. —sí, sí es el que dirige la editorial.

—¡yo les dije!, todo estaba arreglado, maldito bastardo.— se quejó Beomgyu. Estaba más que claro, todo estaba arreglado y la entrevista dada por Hyungwon hace unas horas solo era parte de un plan por parte de Minseok para quedar bien en televisión, afortunadamente, habían sabido como manejar la situación desde la drástica decisión de Hueningkai al subir un vídeo de disculpas en nombre de ambos admitiendo sus errores y cargar con la pesadez de sus consecuencias.

Al sentir a su invitado con la angustia cargando sobre sus hombros, decidieron evadir el tema y preferir retomarlo en otro momento. —mira, Beomgyu dormirá conmigo y tú puedes dormir en su cama, cerca de Hueningkai, ya sabes..— propusó Yeonjun. —no te angusties Soobin, estamos contigo porque te estimamos como a un amigo, todo saldrá bien y por hoy trata de descansar.

Soobin no se equivocó al depositar toda su confianza en ellos, ni mucho menos al correr hacia ahí pensando que encontraría un lugar seguro con ellos, sobre todo, al lado de Hueningkai quien en todo momento se encargó de hacerle sentir calma con suaves caricias en sus manos una vez que tomó asiento en la sala de los chicos.

Y ahora que no había riendas que le atarán como a un títere, sabía que tenía que dar el siguiente paso si de verdad quería hacer las cosas bien con el dulce pelimenta acomodando la cama para que él pudiese descansar después de un día agotador. Después de que Beomgyu se fuera a la habitación de Yeonjun y Taehyun para dormir con ellos, Hueningkai se dispuso a acomodar las sábanas limpias para que Soobin pudiese descansar.

Todo esto bajo la mirada atenta del pelinegro sentado en la silla giratoria de la habitación, sintiendo una enorme atracción por la grata escena que estaba presenciando, Hueningkai se veía tan varonil haciendo las cosas por y para él, asegurándose de que su espalda pudiese reposar y su mente pudiera dejar de hacer ruido por un momento.

—¿en qué piensas?— se atrevió a preguntar una vez que sintió su mirada posada sobre él. Soobin respondió con un ligero movimiento de cabeza mientras su genuina expresión enamorada seguía sin cambiar de su rostro, una amplia sonrisa que hacía marcar sus hoyuelos además de ser sus brillantes ojos irradiando amor por Hueningkai los protagonistas de aquella linda expresión. —en ti, solamente en ti.— confesó, sintiendo cada vez más la presencia del pelimenta frente a él, una vez estando a escasos centímetros del cuerpo de Soobin, tomó su rostro entre sus manos y se dedicó a contemplarlo.

—eres precioso.

Cada vez que recibía ese tipo de cumplidos por únicamente parte de su amado, sentía que se deshacía en sus varoniles brazos. Estaba acostumbrado a los halagos, sin embargo, sabía que los de Hueningkai eran más que sinceros.

Y quería seguirlos recibiendo, pase lo que pase.

—huening.. quiero que seamos algo..— confesó, sintiendo como sus mejillas eran besadas por él contrario, para luego bajar a su cuello, besos llenos de ternura, de amor, de pasión, de reciprocidad.

Un amor como el que siempre soñó.

Hueningkai se dedicó a escucharlo atentamente y a besar su piel mientras Soobin encontraba las palabras correctas para confesarse.

—quiero ser tuyo.

rockstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora