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A pesar de estar dolido, tenía que seguir manteniendo su cordura para no caer en depresión por lo que había pasado con Miyeon. La entendía y claro que empatizaba con ella, ser tapadera de una relación homosexual no era algo de lo que estuviese orgullosa ser y mucho menos estuviese feliz de hacer, sabía que la estaba lastimando, por ello decidió dejar que se fuera, él no la necesitaba. Su madre enloqueció, rogándole que por favor no terminará la relación, ofreciéndole más dinero a cambio de seguir con Soobin, afortunadamente la chica veló por su dignidad antes que por otra cosa. Él estaba feliz por ello, sin embargo, no podía evitar sentirse triste por la miserable persona que había reflejado con esa mujer, que durante un tiempo, le dió la mano.

No importaba. Ahora tal vez, las cosas con Hyungwon estarían mejor y eso era lo único que le importaba, su relación. Aunque su madre no tardaría en encontrar a otra mujer para fingir una relación.

-hey Hyung, ¿estás triste?- un joven rubio de la misma complexión que él se acercó a su lugar donde estaba reflexionando algunas cosas en lo que sus estilistas llegaban para traerlo y tratarlo como su muñeco. Sunoo se percató de que Soobin evidentemente no estaba bien, pues a pesar de ser un chico extrovertido durante las sesiones de fotos junto a otros aprendices, él siempre tenía una energía positiva encima, así que se acercó a él de la manera más amable para poder hacerle un poco de compañía. Soobin levantó su mirada del suelo, encontrándose con la de Sunoo mirándolo fijamente. -no lo sé, terminé con mi novia y supongo que el duelo que estoy pasando es normal.

-lo es, ¿por qué no les dices que te sientes mal y te vas a descansar?, no te ves muy bien que digamos..

-¿y tú crees que dirán que sí?, no Sunoo, debo ser fuerte y permanecer aquí. Este es mi trabajo y mis problemas personales se deben de quedar en casa, no tengo por que arrastrarlos conmigo a todas partes.

-entiendo, pero no te ves bien aún así. No creo que esto sea solamente por tu ex novia.. ¿hace cuánto no comes?- se mostró preocupado, la figura física de Soobin no se encontraba del todo bien, tenía la piel más pálida de lo normal, ojeras adornando sus párpados y la piel demacrada, se veía fatal. -tengo que hacer ayuno, si no lo hago, subiré de peso. Tú eres aprendiz, recién estás comenzando a trabajar en las dietas, no debes preocuparte, es normal.

-lo dudo.. no quiero llegar a tu nivel y verme así.

-cállate, con ese rendimiento tan jodido que tienes te van a echar a patadas de la agencia muy pronto.- le respondió ofendido y molesto por el comentario del menor. Se calmó un poco al ver a su manager junto a su madre entrar al salón.

-¿por qué no estás en la práctica Sunoo?, debemos hablar con Soobin, vete.- habló el manager, prácticamente corriendo al pequeño aprendiz de ahí. El rubio miró de reojo al pelinegro y se fue de ahí, cerrando la puerta del salón dejando a esas tres personas adentro. -cariño, te conseguimos un contrato mucho mejor que los que ibas a hacer este mes.- habló su madre entusiasmada con unos documentos en sus manos, mientras Soobin la miraba putrefacto al escuchar la oración "nuevo contrato", cada que escuchaba eso, le sangraban los oídos. Estaba cansado.

-wow, gracias, más trabajo.

-no le respondas así a tu madre, jovencito. Míralo por el lado bueno, solamente tienes dos contratos este mes. Tuvimos que reducir los otros once debido a que el que conseguimos, es un poco más tardado, vas a grabar un vídeo musical. Quieren que estés en su video, ¿no te pone contento eso?, la gente te aclama, y pagaron muchísimo dinero por ti, tienes que hacerlo Soobin, estás en el pico de tu carrera.

-supongo, mínimo redujeron los otros once.. ¿con quién grabaré?

-agh, no sé, se nos olvidó su nombre. Olvídate de la sesión de hoy, vete a descansar a casa con tu madre y mañana pasaré por ti a las ocho para llevarte a firmar, ¿de acuerdo?, es por tu bien Soobin, eres un excelente modelo, la gente te aclama, la gente te busca, a la gente le gustas, pagan muchísimo dinero por ti y tu belleza, deberías estar orgulloso.

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