veintiséis

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Después de un mes maravilloso viviendo relativamente juntos. La agotadora gira de la banda de los chicos se hizo presente a último momento, haciendo que los cinco se separarán por una semana, para el resto, serían sólo pocos días. Sin embargo, para los dulces enamorados serían como siete vidas pasar por sus ojos sin siquiera tener la oportunidad de compartir un abrazo.

La angustia de no ver a Hueningkai desde hace seis horas que salió del departamento junto a sus compañeros hacia el aeropuerto con destino al extranjero, le estaba matando y eso que apenas eran horas. No sabía si iba a aguantar una semana entera sin tener a su querido Hueningkai a su lado.

Con el permiso del resto de la banda, su novio y el manager, pudo obtener quedarse esa semana en el departamento de los chicos, en su ausencia. Después de haber presentado su renuncia oficial ante su agencia de modelaje, tenía miedo de que pudiera pasarle algo en su propio departamento, no sabía si a Hyungwon le darían ganas de ir a visitarlo de formas no muy gratas algún día, o lo mismo con su manager.

Pasaría esa semana prácticamente solo, tal vez, en espera de que por las noches sus amigos y pareja le llamarán antes de que en su país fuese demasiado tarde para recibir llamadas. Así que después de haber hecho los deberes que le correspondían, esperaría esa interacción virtual por parte de los chicos, por lo que se tomó la libertad de encender la televisión y poner alguna serie entretenida en alguna de las miles plataformas de streaming que los chicos pagaban. No sin antes de tomar "prestada" una bolsa de frituras de la despensa, ahora que podía disfrutar de ingerir la porquería que quisiera, pues su cuerpo ya no sería sometido a ninguna dieta. Se cuidaría, de eso estaba seguro, pero no a grados extremos como solía hacerlo.

Estaba a punto de lograr el clímax de paz mental, cuando su celular vibró en el bolsillo de su pantalón de pijama. Sacándolo de inmediato, tal vez sería Hueningkai, aunque no podría ser, faltaban más de cinco horas para que llegarán al extranjero.

Rodó los ojos y sintió una sensación de repugnancia al leer el mensaje, tentandose en si contestarle o simple ignorarlo

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Rodó los ojos y sintió una sensación de repugnancia al leer el mensaje, tentandose en si contestarle o simple ignorarlo.

Tal vez estaba demasiado aburrido y pelear con alguien no le haría mal.

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