catorce 🔞

93 15 3
                                    

Ni siquiera supo en que momento se encontraba encima de la isla de la cocina siendo devorado por el guitarrista entre sus piernas, prestó más atención a los pensamientos intrusivos que su mente le dictaba y dejó llevarse por los calientes roces que Hueningkai le proporcionaba, ahora estaba ahí, acorralado mientras el pelimenta tenía el control de toda la situación.

Estaba dispuesto a entregarse en cualquier rincón de su departamento que no fuera su cama, odiaba el sexo vainilla que tenía con Hyungwon, a veces odiaba lo "maricón" que era su novio al no querer cogerselo en cualquier parte de la propiedad que no fuera la cama, sin ropa, envueltos en las sábanas, sin ninguna posición obscena de por medio.

Estaba seguro que llegaría totalmente de buen humor a la agencia al día siguiente.

—¿me citaste aquí con la intención de esto, querido Soobinie?— habló entre jadeos después de haberse despegado de la boca de Soobin para bajar por su cuello mientras sus manos se mantenían firmes en los muslos de Soobin, tentando en rozar cualquier parte de su cuerpo con el bulto creciente del mayor. Quien asintió tímido, cerrando los ojos disfrutando de los húmedos besos de Hueningkai en su piel. —¿aprovechaste que tu novio no estaría en casa..?

—para ser sincero, quería mandarte a la mierda. Así que asegúrate de cogerme bien para no recaer en esa decisión de nuevo.— confesó, desabotonando su camisa holgada para dejar ver su lechoso pecho debajo de esta, quedando totalmente a disposición del pelimenta, quien encantado, no tardó en plasmar sus labios en la pálida piel del pelinegro mientras seguía sosteniéndose de sus firmes muslos. —¿y por qué quisieras mandarme a la mierda?, ¿fue por él..?

—¿por qué estarías tan triste?, cuando puedes tener a todas las mujeres y chicos que se te antojen..

—tienes razón, y por eso estás aquí mismo. Pero a diferencia de todo lo que piensas, mi corazón te eligió a ti, Soobin.— en ese momento escuchó como el más grande había gemido fuertemente, sonrió victorioso al ver a Soobin tirar su cabeza hacia atrás disfrutando del intenso ardor en su cuello, había mordido su piel y era una marca realmente notoria que esperaba, su novio se diese cuenta de ello. — confieso que llegué a jalarmela con las portadas de Vogue donde salías.

El pelinegro se dignó a acariciar las hebras rubias tirando a pistache del guitarrista marcando territorio en su torso, riendo ligeramente por el comentario que había tirado. —¿eso es en serio..?

—no en realidad, pero admito que sí llegué a pensarlo.. quiero decir, no con las portadas..— rió.

—a veces dicen que la energía sexual es más fuerte para manifestar a alguien..

—¿debería creer en eso?, hace sólo dos meses te veía tan inalcanzable que se me hacía imposible incluso intercambiar palabras contigo. Y ahora estás aquí, semidesnudo frente a mí.

—debe ser un gran logro, ¿vas a escribir otra canción sobre esto?— tener una conversación así de ambientada en medio de besos húmedos, chupetones y mordidas en su piel por parte del pelimenta realmente le agradaba, esa confianza era todo lo que él creía necesitar en el sexo. —así es, espero los chicos quieran tocar sobre sexo e infidelidad.

Gemidos y jadeos salieron de su boca, ahora el caliente guitarrista se encontraba haciendo un placentero acorde en su entrepierna, jugando con él, torturandolo, haciendo que sintiera unas inmensas ganas de rogar porque bajará sus pantalones y le atendiera como se debía. Quería comprobar que su garganta no solamente servía para cantar versos que deleitaban los oídos de cualquier persona que escuchará su maravillosa voz plasmada en melodías preciosas.

Sus súplicas fueron atendidas de inmediato, los besos de Hueningkai bajaron de su abdomen hasta su hombría, donde jadeo al sentir un arrebato en la zona seguido de un ligero escalofrío en su piel ahora descubierta, el chico finalmente había tirado su pantalón hacia abajo sin su consentimiento, cosa que no negaba, le excitaba demasiado.

rockstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora