Cuando finalmente había tenido un día de descanso en toda su carrera en medio de un contrato, su madre se creía con la autoridad de quitárselo y reemplazar su descanso con una salida con esa mocosa que había contratado para ser su nueva tapadera. Se le hacía incómodo tener que verla o hablar con ella por mensaje, ella era sólo una adolescente de diecisiete años cuando él ya tenía veintitrés años, no quería salir con ella, no quería estar con ella, no quería involucrarse con ella.
Estaba harto.
Su día empezó mal después de haber recibido una llamada por parte de Minseok advirtiéndole que si no se presentaba a la cita, prácticamente estaba frito, por lo que se apresuró a hacer sus deberes del hogar para después asearse, se vería con JiSu a las tres de la tarde en el centro comercial del centro de Seúl, su chófer pasaría por él una media hora antes para anticiparse a su llegada, sería un poco grosero llegar después que la chica.
Justo cuando salió de la ducha dispuesto a cambiarse, una notificación emitida por su celular llamó su atención, distrayendole automáticamente.
Se trataba de Hueningkai.
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