Hailey

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Agradezco que el año escolar se haya terminado hace un par de semanas. Mi mente y mi cuerpo necesitaban un descanso, considerando todo lo que sucedió durante él.

Es hora de unas merecidas vacaciones.

Me despierto un viernes sabiendo que, la próxima vez que despierte, no será en este país. Mis padres han estado juntando dinero todo el año para tomarse las vacaciones de su vida. Vamos a ir todos a Perú, a pasar tiempo con mis abuelos que hace tanto tiempo que no veo en persona, solo por videollamadas que ahora aprendieron a hacer gracias a mis tías y tíos que están allá.

Me ilusiona ir a Perú. La última vez que fui, era muy pequeña y no entendía mucho de lo que estaba viendo. Ahora, tengo casi diecisiete años. Voy a disfrutar lo más que pueda de este viaje, a pesar de que allá estarán en invierno en vez de verano, pero no importa. Addie y yo ya decidimos que íbamos a hacer de este viaje el mejor de nuestras vidas.

Lo único que odio de toda esta situación es dejar a Campbell aquí, solo. Bueno, estará con su abuela, pero no es lo mismo. Tengo miedo de que con todo el tiempo libre que tendrá, vuelva a sus andadas.

Luego de nuestra discusión y la conversación que vino después, Cam ha mantenido sus promesas. Incluso, le hizo las mismas a su abuela que lloró cuando Cam le pidió disculpas por haber sido un imbécil todo el año. No ha habido fiestas, nada de sustancias ilícitas en su cuerpo y, que yo sepa, no se ha follado a ninguna chica. Ese es todo un logro para Campbell Grant.

¿Qué sucede si vuelve a todo eso? No creo que pueda soportar tener un año más como el anterior. Sinceramente, no me había dado cuenta de cuánto me había desgastado la situación con Cam hasta que terminó y un pareció que un peso se iba de mis hombros.

Con esto en mente, y la contrariedad de querer ir a Perú, pero no dejar a Cam solo, bajo las escaleras de mi casa para tomar el desayuno en familia. Por que sí, aquí aún en vacaciones debemos tomar desayuno todos juntos. Me encuentro con una Addie sentada en la mesa del comedor, revisando su celular mientras toma un vaso de jugo de naranja. Veo a nuestros padres en la cocina, haciendo el desayuno felizmente.

Me siento junto a Addie, quien me sonríe como suele hacerlo. Como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo.

- Hola, querida hermanita – me dice con el mejor de los ánimos - ¿Ya terminaste de hacer tus maletas? Espero que sí. No quiero que nuestro viaje se retrase porque dejaste las maletas a última hora, como siempre...

- Me faltan un par de cosas y listo – respondo, sorprendiéndome de lo poco emocionada que parezco en comparación a Addie.

Normalmente, Addie es la tranquila y relajada, mientras que yo soy toda emociones. Cada cosa que sucede, la vivo al mil por ciento, contrario a ella que se toma las cosas con calma.

Pareciera que los papeles se invirtieron esta vez y mi hermana lo nota porque me queda mirando un poco extrañada.

- ¿Qué sucedió con la Hailey ansiosa, emocionada y feliz por cada viaje que hacemos? – pregunta, dejando el celular de lado, algo impensable para mi hermana- Normalmente te emocionas hasta para ir al banco.

- ¡Claro que estoy emocionada! – respondo con sinceridad, lo que parece dejarla más tranquila- Solo me siento un poco extraña, eso es todo.

- ¿No tendrá algo que ver con el hecho de que estarás lejos de cierto chico rebelde todo el verano y no podrás cuidarlo?

Me quedo mirando a Addie con sorpresa y ella me sonríe con satisfacción, feliz por saber que ha dado en el clavo completamente con sus pensamientos.

- ¿Cómo...?

La estrella que guía mi caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora