Campbell

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Una noche completa sin tener ninguna pesadilla.

Eso es lo primero que pienso cuando despierto a la mañana siguiente de toda la situación entre Lawson y Hailey. Hace mucho tiempo que no me sucedía algo así. Solo dormir, sin preocupaciones, descansando profundamente sin que los recuerdos de mi pasado vengan a martirizarme.

Dios, había olvidado cómo era descansar de verdad.

Sin abrir los ojos, tanteo a mi alrededor para buscar a Hailey, recordando que anoche nos quedamos dormidos abrazados anoche mientras la consolaba por todo lo que había sucedido.

- Por fin despiertas, bello durmiente – escucho la voz de Hailey, animada.

Abro los ojos y me encuentro a Hailey sentado en la silla de mi escritorio con mi computadora frente a ella, sonriendo en mi dirección, como si despertar juntos fuera lo más normal del mundo, como si anoche no hubiera llorado hasta quedarse dormida en mis brazos.

Veo a Hailey son recelo. Está demasiado feliz. Demasiado... normal, después de todo lo que sucedió anoche.

- ¿Estás bien? – le pregunto al tiempo que me incorporo en la cama.

- Si, solo estaba esperando a que despertaras para comentarte el mejor plan del mundo.

Frunzo el ceño, con confusión. ¿Acaso lo que sucedió anoche fue un sueño? No, estoy muy seguro de que no fue así. No habría otra razón por la que estaría en mi habitación tan temprano en la mañana un fin de semana.

¿Qué está pasando aquí?

Veo como Hailey, aún con una sonrisa enorme en su cara, se sienta a mi lado en mi cama. Me perturba un poco que mantenga esa sonrisa un poco forzada en su cara, como si todo estuviera mejor que bien cuando sé que no es así.

- Estaba pensando que hace tiempo que no hacemos algo loco entre los dos...

- Nunca hemos hecho locura, Hailey- la detengo a lo que ella no parece percatarse o simplemente lo ignora

- Y dije, qué mejor oportunidad para pasar tiempo con mi mejor amigo que hacer una escapada a Nueva York, solo los dos, una semana manejando para llegar a mi audición al final de la semana...

- ¿Qué hiciste, Hailey?

La sonrisa de Hailey tambalea un poco ante mi interrupción, como si supiera que hizo algo de lo que yo no voy a estar de acuerdo, pero la mantiene ahí, como un escudo que necesita colocar para protegerse.

- Nada malo...

- Solo dímelo, Halley. Me estás preocupando.

Silencio. Solo me queda mirando fijamente con esos enormes ojos marrones que tiene y, así como así, sé que lo que sea que haya hecho, voy a aceptarlo, porque cuando me mira con esos ojos, sé que me tiene entre sus redes.

Estoy jodido cuando se trata de Hailey Torres.

- Vendí el boleto de avión que me compró papá para ir a Nueva York – dice en un susurro mientras yo abro los ojos tan grandes como los de ella- Ahora tú y yo vamos a ir en auto.

Se queda en silencio, esperando mi reacción y yo simplemente no sé cómo reaccionar.

De todas las cosas que pensé que iba a suceder cuando despertara, esta es la que menos me esperaba.

- ¡Di algo, Cam! – exclama ella, con una pequeña sonrisa en la cara.

- ¿Te volviste loca? – pregunto, luego de salir del estado de shock- ¡Esos son dos días de viaje! Si no nos detenemos en ningún momento, claro.

La estrella que guía mi caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora