Estaba leyendo un libro antes de quedarme dormido con la luz de la lámpara prendida. La pesadilla comienza lentamente, pero puedo reconocerla desde el principio.
Erica está preparándose para un cliente. Me dice que esta vez no me va a meter en la caja, que el cliente quiere que yo me quede mirando.
- Él te va a enseñar como se satisface a una mujer, Cam- dice mi madre con una falsa ternura.
El timbre suena, pero no es el de la casa. No. Es una canción. La reconozco porque es la que Hailey eligió para mi celular hace tanto tiempo.
¿Por qué Hailey está en mi sueño?
Despierto extrañado con el sonido de mi celular en mi oído. Lo levanto y veo que es Hailey la que me está llamando.
Termino de despertar de golpe al recordar que Hailey estaba en una cita con el imbécil de Lawson. Contesto lo más rápido que puedo, con la respiración agitada por el nerviosismo, la preocupación y la imagen de la pesadilla aún en mi cabeza.
- ¿Estás bien, Halley? – pregunto con delicadeza.
La siento sollozar al otro lado de la línea, pero no dice nada por unos segundos. Comienzo a desesperarme y voy a decir algo cuando escucho su voz, rota y grave, con una tristeza tan grande que jamás había percibido en ella.
- ¿Puedes abrirme la puerta? – pregunta en un susurro – Estoy abajo.
Antes de que pueda seguir hablando, me levanto rápidamente de la cama y bajo silenciosamente al primer piso, intentando no despertar a mi abuela. Abro la puerta y me encuentro con la imagen de una Hailey con el maquillaje corrido por las lágrimas que caen por su mejilla, los ojos rojos y la ropa desaliñada. No veo su chaqueta ni su blusa por ningún lado. Solo tiene su top de tiras.
El imbécil de Lawson va a morir.
Tomo la mano de Hailey y hago que entre a mi casa rápida, pero silenciosamente. Subimos las escaleras sin decir nada, pero escucho el sollozo de Hailey a mis espaldas.
Entramos en mi habitación y cierro la puerta. Corro hacia mi armario y saco una de mis sudaderas de polar y se la paso para que se abrigue, lo que ella parece agradecer.
Está temblando y no creo que sea solo por el frío.
- ¿Qué te hizo, Hailey?- pregunto con delicadeza, pero eso hace que comience a llorar más fuerte.
Hago que se siente en mi cama y yo me siento junto a ella. La abrazo fuerte entre mis brazos mientras ella suelta todas las lágrimas que tiene acumuladas por lo sucedido y yo solo dejo que lo haga.
Conozco a Hailey desde hace poco más de cuatro años y jamás la había visto así. La he visto llorar muchas veces, pero nunca de esta manera, tan desolada, tan desconsolada... Es como si toda la inocencia y felicidad que vivía en su cuerpo de hubiera esfumado de un momento a otro.
Y yo juro que lo único que puedo pensar ahora es cómo voy a matar a Lawson y que parezca un accidente.
- Me acorraló, Cam- me dice en un susurro que solo escucho porque estamos abrazados- M...Me besó y me tocó y yo le dije que no, pero no le importó.
La aprieto más hacia mí para hacerle saber que está a salvo conmigo, que yo jamás dejaría que algo así le pasara.
- Te...Te juro que yo no quería- termina por decir, rompiendo en llanto nuevamente.
Le hago cariño en la cabeza, acariciando su cabello con delicadeza, meciéndola mientras llora, haciéndole saber que estoy aquí para ella.
Cuando sus sollozos disminuyen hasta casi desaparecer, la suelto un poco para ver su cara, que está hinchada por tanto llorar, pero al menos no veo ninguna herida, moretón o golpe.
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La estrella que guía mi camino
JugendliteraturHailey y Campbell han compartido una amistad inquebrantable desde su primer encuentro en una fiesta, donde sus almas se conectaron al hablar sobre el vasto universo y la soledad que lo acompaña. Mientras Campbell navega por un oscuro camino de autod...