Campbell

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Estamos llegando a Las Vegas cuando sentimos que el teléfono de Hailey comienza a sonar insistentemente. Ella lo ignora y bloquea cada vez que suena, lo que me parece extraño.

- ¿A quién ignoras así? – pregunto, intentando mirar su teléfono, pero ella lo quita de mi campo de visión.

- Nadie importante – contesta ella con las mejillas sonrojadas- Solo ... mi mamá.

Como puedo, le quito el teléfono a Hailey y comienzo a revisarlo. Tiene unas quince llamadas perdidas. Algunas son de su madre, otras de su padre y la mayoría de Addie. También hay un montón de mensajes de su familia, preguntándole donde está, qué fue de nosotros, donde nos metimos...

- Deberíamos llamarlos – comento, devolviendo su teléfono- Necesito que alguien le avise a mi abuela que estoy vivo.

- Se van a enojar tanto... - gime como si aquello le causara dolor físico.

- Pues, debiste haber pensado eso antes de cometer la mayor locura de tu vida, ¿no crees?

Mantengo una sonrisa en mi cara mientras ella solo me apuñala con la mirada, como si eso fuera posible.

Lo bueno es que mi abuela se molestará un poco, pero luego se le pasará. Considerando que he hecho cosas peores...

Escuchamos nuevamente el teléfono de Hailey sonando, anunciando que está entrando una llamada. Me acerco a mirarlo y es de su madre, de nuevo.

Antes de que Hailey pueda cancelar la llamada, tomo el celular y le contesto.

- ¡¿Qué haces?! – grita Hailey con pánico en sus ojos.

- Señora Torres, su hija me secuestró – le digo a la mamá de Hailey antes de que pueda decir cualquier cosa – Por favor, dígale a mi abuela...

- ¿Dónde se supone que están? – escucho que me interrumpe. Pongo llamada en altavoz para que tanto Hailey como yo podamos escuchar y hablar con su madre - ¿Dónde está mi hija, Campbell?

- Estoy aquí, mamá – le responde Hailey rodando los ojos- Y que consté que no secuestré a nadie.

- ¿Dónde están, chicos? – vuelve a preguntar.

Hailey y yo nos miramos fijamente y ella termina por suspirar. Sabe que es su madre, su idea y, por lo tanto, su responsabilidad.

Nos detenemos en un lado de la carretera y cambiamos lugar para yo ir manejando y ella contarle a su madre todo el plan de ir a Nueva York en auto.

- ¡¿Acaso se volvieron locos?! – grita la señora Torres, luego de escuchar toda la historia de Hailey- ¡Estás arrastrando a Campbell al otro lado del país!

- Tampoco es como que esté contra su voluntad, mamá – ella rueda a los ojos. Voy a hacer una broma al respecto, pero Hailey me mira con seriedad para que me quede en silencio y yo le hago caso- Está todo planeado, no tienes nada de lo que preocuparte.

- Quédense donde están. Tú padre los irá a buscar a ambos...

- Mamá, no exageres. Solo será una semana. Tenemos dinero y estoy con Cam. Él me va a cuidar y tú sabes que él es muy serio cuando se trata de eso.

La señora Torres se queda en silencio unos segundos, meditando lo que su hija acaba de decirle. Por un momento, se me infla el pecho al darme cuenta de que Hailey sabe que yo la protegería de todo y que sus padres también sepan eso me hace sentir como un superhéroe, por alguna extraña razón.

Giro un poco el volante y tomo la salida de la carretera que tiene el cartel que dice "Las Vegas". Si ella tan solo supiera a donde vamos, estoy seguro de que nos haría devolvernos de inmediato.

La estrella que guía mi caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora