Hailey

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Finjo estar dormida mientras Campbell maneja tranquilamente por la carretera, como si nada hubiera pasado, mientras que yo aún siento sus labios en la comisura de los míos, como si hubiera sido un sueño.

En mi interior sé que fue solo por el tema de Rodrigo y por eso ahora mismo finjo estar durmiendo. No quiero crear fantasías en mi cabeza que sé que no son más que eso... fantasías.

Lo mejor que puedo hacer ahora es actuar como si lo que sucedió no me hubiera afectado en absoluto. Sí, eso es lo mejor.

Actuar normal y no hablar del tema. Eso es lo que hago las siguientes quince horas. La idea era no parar a menos que necesitáramos gasolina y nos turnamos varias veces para manejar y no estar tan cansados. Nunca en mi vida había tomado tanto café para mantenerme despierta, aunque debo decir que estar con Cam hizo todo más divertido.

Estamos a solo dos horas del hotel en el que hicimos una reserva hace poco. Algo barato que podamos costear. Cam es el que va manejando y yo lo voy alimentando con frituras para que no muera de hambre.

- Voy a subir de peso solo comiendo frituras como esta- le digo entre risas con una canción de Jennifer López de fondo.

- Como si eso te importara realmente- responde él y yo asiento con la cabeza.

Me conoce tan bien... Quizá mejor que nadie en esta vida. Ha llegado a conocerme mejor que Addie.

Mi teléfono empieza a vibrar justo en ese momento. Lo busco de inmediato, pensando que podrían ser mis padres o Addie, llamándome para saber si estoy viva, pero es solo una alarma que puse hace varios días como recordatorio de que tengo que enviar mis solicitudes de universidad.

- Hey, Cam- llamo su atención, quitando sus ojos solo un segundo del camino para mirarme- ¿Me ayudarías a escribir mis cartas para las universidades?

- Sabes que sí- responde, aunque noto que se pone un poco tenso - ¿Ya sabes a cuáles vas a aplicar?

- No tengo las mejores calificaciones, pero he bailado toda mi vida. Eso debe contar para algo, ¿no crees? – le digo a lo que él asiente, pensativo- Así que estaba pensando en tres universidades. Primero, la Universidad de Nueva York- soñar es gratis, ¿no? – Luego, la Escuela de las artes Tisch y, por último, el conservatorio de Boston en Barklee.

- La idea es irse lo más lejos posible de casa, ¿eh?

- No es mi culpa que los mejores lugares para estudiar danza estén tan lejos.

Un extraño silencio nos inunda en el auto. Me quedo mirando a Cam detenidamente unos segundos, para saber a qué se debe, y lo veo incómodo. Un poco triste, también.

Creo que ya sé por qué...

- ¿Ya mandaste tus solicitudes? – pregunto, cuidadosamente.

- Para eso tendría que saber qué estudiar, ¿no crees?

- Pero, Campbell- lo regaño- No quiero mencionarlo, pero has tenido el doble de tiempo que todos nosotros para pensar en qué quieres estudiar, ¿y aún no lo descifras?

- Lamento no haber nacido sabiendo para qué era bueno, Hailey.

Suena molesto y me quedo en silencio sabiendo que toque una tecla algo sensible para Cam.

No era mi intensión, pero también sé que a veces hay que ser dura con Cam para que hable de temas delicados que no le gusta tocar. Este es el perfecto ejemplo.

Aunque eso no quita que me sienta mal y parece que él lo nota, porque la expresión de molestia de su cara se suaviza un poco, al igual que su tono de voz.

La estrella que guía mi caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora