𝘁𝗵𝗲 𝗳𝗶𝗿𝘀𝘁 𝘁𝗶𝗺𝗲; 𝗔𝗹𝗲𝗰 𝘃𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗶

XIX

—Carlisle, necesitamos contarte algo importante— dijo Alice en cuanto entraron al despacho.

Después de contarle lo sucedido con Alec e Isadora, y también sobre los sueños que había tenido Isadora con él antes de conocerlo, Carlisle las miró con asombro y enseguida fue hacia el estante de libros que tenía en su despacho y tomó uno.

—No había escuchado de algo así en mucho tiempo. Son raros estos casos, y aún más cuando se trata de un vampiro y una humana— dijo mientras abría el libro en busca de algo.

"En el mundo de los inmortales, existe una leyenda que habla de almas gemelas unidas por un hilo rojo invisible. Esta conexión mística es reservada para aquellos destinados a encontrar su verdadero amor. Durante siglos, no se ha conocido un caso de almas gemelas entre un humano y un vampiro, ya que no es muy común debido a la separación entre especies. Pero la leyenda dice que cuando dos almas gemelas se encuentran, nada puede separarlas. Ni la muerte, ni la vida eterna, ni la sangre que los divide. Se dice que su unión es señal de un destino excepcional, uno que puede cambiar el curso de la historia. Algunos creen que las almas gemelas se reconocen a través de sueños proféticos, visiones que revelan la presencia del otro. Otros afirman que la conexión se siente en el alma, un llamado irresistible que guía a los destinados hacia su verdadero amor. También se dice que cuando las almas gemelas están cerca, el hilo rojo invisible que las une brilla con intensidad, pero esto solo cuando las almas gemelas ya han desarrollado un vínculo fuerte, ya que cuando recién se conocen, solo sienten como un tirón y la necesidad de querer estar juntos" leyó Carlisle lo que decía aquel libro.

—Jamás imaginé que ocurriera un caso así después de tanto, y mucho menos entre un Vulturi y una humana— dijo Carlisle.

—Entonces, todo lo que pasó, los sueños que tuve con él, son porque somos almas gemelas— preguntó Isadora, confundida—. No logro entender cómo todas las personas tuve que ser yo la que está destinada a él. Es un Vulturi; eso jamás funcionará, Carlisle. ¿Y qué tal si los Vulturi se dieron cuenta al vernos a Alec y a mí juntos y vienen por mí para matarme?

—Isa, no es tu culpa— dijo Alice—. Tal vez tú no decidiste esto, pero es el destino. Los Vulturi no se dieron cuenta, estoy segura. Estaban tan concentrados hablando con Edward que no se dieron cuenta de lo que pasaba entre Alec y tú. Pero no creo que se nieguen a que tú y Alec estén juntos, ¿verdad, Carlisle?

—Me temo que no— respondió Carlisle—. Ellos no lo aprobarían. Estuve un tiempo con ellos; sé que no suelen creer en este tipo de cosas. Ellos solo lo aceptarían si Isadora es convertida en vampiro. Esa sería la única forma de que ellos acepten que Isadora y Alec estén juntos. De lo contrario, no permitirían que Alec, que es uno de sus mejores armas en su clan, esté con una humana; sentirían que están fallando ellos mismos a sus reglas.

—¿Esa sería la única forma de que ellos lo aceptaran?— preguntó Isadora, tratando de no verse desanimada. Sentía una mezcla de emociones: la emoción de descubrir su conexión con Alec, pero también el miedo a lo desconocido y la incertidumbre sobre su futuro. Ni siquiera sabía por qué se sentía así, si tal vez era por el vínculo que tenía con Alec, que parecía trascender la lógica y la razón, o porque ella sentía una profunda conexión en su interior. Debía ser la primera opción, ya que nunca se hubiera imaginado estar destinada con un Vulturi, alguien considerado un enemigo de su familia y amigos.

—No tienes por qué convertirte en vampiro si aún no lo quieres— dijo Alice mientras abrazaba a Isadora por los hombros—. Solo serás convertida si así lo deseas; debe ser tu decisión.

—No hay que pensar tanto en eso, Isa— dijo Carlisle con una sonrisa—. Vamos, ven a desayunar. Ya está amaneciendo; después pensaremos en algo para resolver esto.