𝘁𝗵𝗲 𝗳𝗶𝗿𝘀𝘁 𝘁𝗶𝗺𝗲; 𝗔𝗹𝗲𝗰 𝘃𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗶

XXVI

—¿Protegerme?, ¿protegerme de qué?— preguntó Isadora con confusión.

Alec no sabía qué decir, había sido descubierto y eso podría arruinar su misión, así que trató de escapar.

—No te vayas— pidió Isadora, eso logró que Alec se detuviera en su intento de escapar. Era como si el simple hecho de que ella se lo pidiera lo hubiera paralizado.

—Contesta mis preguntas, ¿qué estás haciendo aquí? ¿De qué se supone que quieres protegerme?— volvió a decir Isadora.

Alec estaba teniendo una batalla interna, no debía decírselo, pero a la vez quería hacerlo. El hecho de que ella se lo preguntara lo hacía querer decírselo.

—Los Vulturi... —contestó—. Ellos nos enviaron. Quieren que vigilemos a tu familia y a ti. Ellos no confían en que tú, una humana, sepas nuestro secreto.

Trató de evitar la mirada de Isadora al hablar.

Isadora no pudo evitar asustarse al saber que los Vulturi los tenían en la mira. Cualquier error que cometieran sería grave.

—¿Nos enviaron? Así que hay más Vulturi aquí espiándonos— dijo Isadora, al notar que Alec había hablado en plural.

Alec se maldijo internamente por no haberse dado cuenta de que había hablado en plural. No le quedaba otra opción más que confesar ante ella.

—Sí, solo somos Demetri y yo. Él está encargado de vigilar a Bella y Edward, pero por lo visto ella pronto será vampiro. ¿Y tú?— trató de sonar desinteresado, pero en realidad tenía curiosidad y cierto nerviosismo por saber la razón por la que ella nunca había mencionado ser vampiro.

Esa pregunta tomó por sorpresa a Isadora. Siendo sincera, nunca había pensado en convertirse en vampiro, no por ahora.

—Aún no lo había pensado. Por mi cabeza nunca pasó que ahora viviría con vampiros o mucho menos que existieran— respondió.

Alec solo asintió con la cabeza.

—Supongo que ahora irás a contarle a los Cullen que estamos aquí, ¿verdad?— dijo Alec.

Isadora no sabía qué decir. En otras circunstancias, eso hubiera sido lo primero que haría, pero ahora, después de tener a Alec tan cerca y sentirse de alguna manera segura, no sabía qué hacer. Claro que quería advertirle a los Cullen, pero sabía que si lo hacía, Alec tendría que irse, y eso no le agradaba. Porque los Cullen eran su familia, pero ese lazo de almas gemelas que tenía con Alec la detenía.

—No diré nada— dijo finalmente.

Las palabras de Isadora confundieron a Alec. ¿Por qué razón no diría nada?

—¿Por qué no dirías nada?— preguntó Alec con confusión, por una parte le agradaba eso, pero a la vez se sentía confundido.

—Ni siquiera yo lo sé. Es como si algo me lo impidiera, y es tan frustrante— dijo Isadora, pasando sus manos por su pelo.

Alec no pudo evitar acercarse más a ella, sentía su frustración y lo entendía porque él se sentía igual. Se preguntaba por qué no había usado su don con ella y así hubiera escapado, pero era como si no pudiera hacerlo.

—No tienes que preocuparte por tu familia. Hasta ahora, no han hecho ninguna tontería. Yo creo que deberían preocuparse por Bella. Por lo que me ha dicho Demetri, ella es la que más errores ha cometido. No son graves, pero siguen siendo errores— dijo Alec.

Isadora al escuchar eso alzó su cabeza para verlo, logrando conectar miradas con él. Una vez más, era como si todo se detuviera y solo existieran ellos dos. No podía apartar su mirada de él.

—Alec— la voz de Isadora logró sacar a Alec de su trance.

—¿Sí?— respondió.

—Sabes lo que somos, ¿no?— preguntó Alec, mientras la veía a los ojos.

Justo en ese momento, Isadora comprendió a qué se refería. Así que él también sabía lo que ellos eran: almas gemelas.

Isadora se sintió mareada. Nunca había pensado que Alec también supiera sobre aquella conexión de almas gemelas que los unía . Miró a Alec a los ojos, buscando entender cómo lo había descubierto.

—¿Cómo lo supiste?— preguntó Isadora, su voz apenas audible.

Alec sonrió ligeramente, su mirada fija en la de Isadora.

—Lo he sentido desde el momento en que te vi, pero no sabía lo que significaba hasta que mi hermana me lo explico— dijo Alec. —No puedo explicarlo, pero hay algo en ti que me hace sentir de alguna manera completo.