𝘁𝗵𝗲 𝗳𝗶𝗿𝘀𝘁 𝘁𝗶𝗺𝗲; 𝗔𝗹𝗲𝗰 𝘃𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗶

XXVII

Esas palabras lograron erizar el cuerpo de Isadora. De alguna manera, aquello había hecho que su corazón se acelerara.

—¿Alguien más lo sabe?— preguntó.

—No, solo mi hermana y yo. Los Vulturi no pueden enterarse de esto, no mientras tú seas humana— respondió Alec.

La manera en que lo dijo hizo que Isadora se sintiera incómoda por ser humana y no vampiro, pero ella no quería serlo, al menos no por ahora.

—Alice se dio cuenta, también Edward y Carlisle— dijo Isadora sin verlo a los ojos.

—Ellos tampoco dirán nada, no quieren ponerme en peligro por los tuyos— el tono de voz de Isadora cambió y Alec pudo notarlo.

—¿Qué es lo que vio Alice entonces? Ella debe saber algo sobre esto— preguntó Alec.

—No sabe nada, no puede ver mi futuro. Creo que es por el lazo que nos une, esa debe ser la razón por la cual no funciona su don en mí— dijo Isadora.

He estado investigando; los casos así entre una humana y un vampiro son raros, casi inexistentes. No sé qué hacer porque de la nada tengo ganas de verte siempre y eso no debería ser así. Los tuyos odian a mi familia— dijo Isadora, viéndolo a los ojos.

Alec apartó la mirada.

—Créeme, yo tampoco sé qué hacer. Jamás me imaginé esto y es extraño que no me disguste el hecho de estar entrelazado contigo, pero los Vulturi no lo aceptarían. Me verían como un traidor a sus reglas y a ti como un peligro y no puedo permitir eso— dijo Alec.

—Alec, ¿crees que tú y yo podamos conocernos?, solo por el vínculo, no por qué me gustes o algo así— esas palabras causaron una pequeña risita en Alec.

—Sí, bueno, tú tampoco me gustas, así que supongo que sí. Pero nadie se puede enterar de que estoy aquí— respondió.

—Trato, solo nos conoceremos más para aliviar el lazo y así no se sienta tan raro el estar lejos— dijo Isadora mientras le extendía su mano a Alec, el cual dudó un poco en agarrarla, pero al final lo hizo.

Era un trato; ellos dos se conocerían más para así, cuando no estuvieran juntos, no doliera el estar separados. ¿Qué podría pasar? Igual no es como si se gustaran, solo se soportaban entre sí, ¿cierto?

Alec's pov

Así que tres de los Cullen lo sabían, y al menos ellos no lo habían tomado a mal. Si fueran los Vulturi, ya me hubieran matado o peor, la hubieran matado a ella, y eso es algo que no quiero imaginar. El simple hecho de pensar que Isadora pueda ser lastimada por los Vulturi por mi culpa hace que me duele la cabeza.

Hicimos un trato: conocernos para aliviar esas extrañas ganas de vernos cuando estuviéramos separados. No lo iba a negar; cuando estaba en Volterra, quería verla, planeaba formas para hacerlo, aunque solo fuera por cinco minutos. Pero no es porque ella me guste, es solo por el vínculo, ¿no?

Cuando nos dimos las manos para cerrar el trato, una vez más pude sentir aquella corriente pasar por todo mi cuerpo, al igual que un tirón, como la primera vez que nos vimos, pero esta vez más fuerte. Al parecer, ella también se sintió así; pude notarlo por el gesto que hizo.

—Bueno, el trato está cerrado— dijo ella, a lo que yo solo asentí.

—Y bueno, ahora qué...— dijo con nerviosismo, ya no sabía qué decir, y yo tampoco.

—No lo sé, nunca había estado en una situación así— respondí.

—¿Cuál es tu comida favorita?— preguntó, definitivamente estaba nerviosa, ya que no se había dado cuenta del tipo de pregunta que me hacía.

—Isadora, soy un vampiro, yo no como comida humana— respondí con obviedad, soltando una risa.

Isadora pareció darse cuenta de la tontería que había dicho y se maldijo internamente.

—Tagliatelle al ragù bolognese— contesté. —Esa era mi comida favorita cuando era humano— finalicé.

Isadora solo asintió, aún estaba apenada por la tonta pregunta que había hecho.

—La mía es la pasta— dijo Isadora con una pequeña sonrisa, mientras veía el piso.

Estuvieron platicando por un largo rato, sobre sus gustos en comida, y Alec le estuvo contando un par de anécdotas que dejaban a Isadora impresionada. Hasta que Isadora no pudo aguantar más y terminó durmiéndose bajo la mirada de Alec.

Alec permaneció observándola por un largo tiempo, hasta que sintió como Demetri se acercaba.

"Demetri", pensé, "¿qué estás haciendo aquí?"

Salí lo antes posible de la habitación de Isadora y justo el llegó a mi lado.

—¿Qué pasa, Demetri?— pregunté.

—Necesito hablar contigo, Alec— respondió Demetri con seriedad.

Me sentí un escalofrío recorrer mi espalda. ¿Qué podría pasar?