XXIV

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Isadora despertó al dejar de sentir aquella calidez que la envolvía. Ahora sentía frío y estaba confundida. Había tenido un sueño en el que Alec estaba a su lado, todo se había sentido tan real. Eso le había quitado el sueño, por lo que decidió bajar a la planta baja. Ahí se encontraban ya todos los Cullen, habían vuelto.

—Oh, hola Isadora, ¿qué haces despierta? Pensé que estarías durmiendo— dijo Esme en cuanto la vio.

—Lo estaba, solo que... —Isadora estaba a punto de decirle sobre aquel sueño, pero decidió no decir nada—. Solo se me ha quitado el sueño. Creí que aún no estaban en casa.

—Tardamos más de lo que imaginamos, pero ahora ya hemos renovado el tratado. Todo está bien— dijo esta vez Alice, quien iba entrando acompañada de Jasper.

Así estuvieron por un largo tiempo, hablando entre ellos, explicándole a Isadora el porqué del tratado. Hasta que al final terminaron hablando sobre la graduación. Isadora, a pesar de ser un año menor, Carlisle había movido muchas cosas para que estuviera en el mismo año que todos.

—Después de la graduación, planeo hacer una fiesta aquí. Será genial— dijo Alice con una gran sonrisa.

—¿Una fiesta? Estás segura que quieres organizar otra fiesta— dijo Isadora con una sonrisa.

—Oh, vamos, eso solo fue una vez. Además, ese incidente no volverá a ocurrir. Jasper ya sabe controlarse— contestó Alice mientras tomaba a Jasper de la mano.

—¿Cierto, Jasper?— preguntó Isadora.

Jasper solo asintió. Supongo que sí, respondió.

A pesar de que aún estaba nublado, el amanecer comenzaba a colorear los grandes ventanales de la casa. Isadora se despidió de Alice y Jasper y subió a su habitación. Desde el balcón de su habitación tenía una excelente vista del amanecer.

Estaba apreciando el amanecer cuando escuchó unas ramas crujir. De inmediato buscó con su mirada lo que había causado aquel sonido y pudo verlo, muy a lo lejos. Era él, era Alec. Podría reconocer sus ojos en dónde quiera que estuviera.

Isadora frotó sus ojos intentando ver bien, pero al abrirlos él ya no estaba. Eso la dejó confundida. ¿Acaso solo había sido su imaginación? Intentaba buscar respuesta a su pregunta cuando lo sucedido en la noche llegó a su mente. El cómo sentía su calidez, sus brazos alrededor de ella, su olor.

Ahí tenía su respuesta. Si era él, él estaba ahí. Ella no lo estaba imaginando. Alec estaba en Forks. Pero, ¿por qué razón Alec, un Vulturi, estaría en Forks?

Isadora no sabía si decirle a sus padres. Sabía que debía hacerlo porque tal vez esto los ponía en peligro. Pero decidió no decir nada. Ella tenía que averiguar antes el porqué él estaba ahí.

Mientras pensaba en eso, una sensación de inquietud se apoderó de ella. ¿Qué consecuencias podría tener si no les decía nada? ¿Qué peligros podría correr? La incertidumbre la llenó de ansiedad.

Sin embargo, estaba decidida a descubrir la verdad. Iba a seguir investigando, iba a seguir buscando respuestas. Y no iba a parar hasta encontrarlas.

𝘁𝗵𝗲 𝗳𝗶𝗿𝘀𝘁 𝘁𝗶𝗺𝗲; 𝗔𝗹𝗲𝗰 𝘃𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora