Capítulo 21 | Conociendo pt 2

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Merida

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Merida

Ya había ganado bastante terreno; estaba escalando en unas rocas cerca de un risco al norte de Berk. Resulta que Hipo tiene demasiado material sin usar en su taller y no notaba cuando lo usaba. Me detuve un segundo, podía ver todo el pueblo desde donde estaba y parte del océano también.

- Nunca he estado en el océano. –

Dije al aire. Sacudí la cabeza y me concentré de nuevo en las rocas, debía seguir escalando o caería. Cuando llegué a la cima estaba exhausta, pero había valido la pena. Mi vista se fue directo al bosque, los árboles que tanto deseaba cruzar; solo di un paso y una luz mágica apareció, de nuevo.

Llevaba dos meses en Berk, atrapada en cuatro paredes con vigilancia 24/7 solo Hipo salía y entraba; él parecía estar fascinado y feliz al tenerme ahí, pero yo me ahogaba. No fue difícil escapar de la vigilancia, la verdad empecé a creer que sobrevaloré a los dragones. La primera tarde que escapé corrí y corrí sin detenerme, pero al llegar a la frontera de Berk las luces mágicas me bloquearon el paso.

- ¡Oigan! Vamos... están mejor sin mí. Hipo va a estar mejor sin mí. Y debo irme. –

No se movieron, me bloquearon el paso y no quise tomarlo como una señal, pero no me quedo de otra que aceptarlo. Y la verdad sí había pensado en los grilletes, me desharía de ellos cruzando un portal al mundo humano. Solo que no pude hacerlo y conforme pasó el tiempo lo único que hacía era estar en la cabaña; moví demasiadas veces el sillón, las herramientas de Hipo, sus cuadernos. No salía al comedor a comer, no quería; si ponía un pie fuera de esa cabaña debía estar vigilada por alguien siguiéndome como si fuera mi sombra y no lo soportaba. Hipo me llevaba comida, convivíamos un rato, se iba de nuevo y volvía a dormir. Me sentía peor que una esposa de los años 60's

Así que decidí salir cada vez que podía y disfrutar el aire.

Volví con cuidado a la cabaña. Todo estaba exactamente en su lugar y regresé justo a tiempo ya que Hipo entró.

- Merida. –

- Aquí ¿Cómo estás? –

- Bien. Te traje algo de comer. –

- Gracias. –

La rutina siguió y siguió hasta terminar los alimentos.

- Habrá una junta de jefes más tarde. –

- ¿Pasó algo nuevo? Un ataque o... -

- No, solo la junta de siempre. –

- Entiendo. –

Juntamos todo lo que se ensució, él se levantó y pareció algo nervioso.

- Merida... quiero que vengas conmigo. –

- ¿Qué? ¿A la junta? –

- Tus conocimientos podrían ayudarnos de muchas maneras. Y... -

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⏰ Última actualización: Nov 08 ⏰

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