Merida
Ya había ganado bastante terreno; estaba escalando en unas rocas cerca de un risco al norte de Berk. Resulta que Hipo tiene demasiado material sin usar en su taller y no notaba cuando lo usaba. Me detuve un segundo, podía ver todo el pueblo desde donde estaba y parte del océano también.
- Nunca he estado en el océano. –
Dije al aire. Sacudí la cabeza y me concentré de nuevo en las rocas, debía seguir escalando o caería. Cuando llegué a la cima estaba exhausta, pero había valido la pena. Mi vista se fue directo al bosque, los árboles que tanto deseaba cruzar; solo di un paso y una luz mágica apareció, de nuevo.
Llevaba dos meses en Berk, atrapada en cuatro paredes con vigilancia 24/7 solo Hipo salía y entraba; él parecía estar fascinado y feliz al tenerme ahí, pero yo me ahogaba. No fue difícil escapar de la vigilancia, la verdad empecé a creer que sobrevaloré a los dragones. La primera tarde que escapé corrí y corrí sin detenerme, pero al llegar a la frontera de Berk las luces mágicas me bloquearon el paso.
- ¡Oigan! Vamos... están mejor sin mí. Hipo va a estar mejor sin mí. Y debo irme. –
No se movieron, me bloquearon el paso y no quise tomarlo como una señal, pero no me quedo de otra que aceptarlo. Y la verdad sí había pensado en los grilletes, me desharía de ellos cruzando un portal al mundo humano. Solo que no pude hacerlo y conforme pasó el tiempo lo único que hacía era estar en la cabaña; moví demasiadas veces el sillón, las herramientas de Hipo, sus cuadernos. No salía al comedor a comer, no quería; si ponía un pie fuera de esa cabaña debía estar vigilada por alguien siguiéndome como si fuera mi sombra y no lo soportaba. Hipo me llevaba comida, convivíamos un rato, se iba de nuevo y volvía a dormir. Me sentía peor que una esposa de los años 60's
Así que decidí salir cada vez que podía y disfrutar el aire.
Volví con cuidado a la cabaña. Todo estaba exactamente en su lugar y regresé justo a tiempo ya que Hipo entró.
- Merida. –
- Aquí ¿Cómo estás? –
- Bien. Te traje algo de comer. –
- Gracias. –
La rutina siguió y siguió hasta terminar los alimentos.
- Habrá una junta de jefes más tarde. –
- ¿Pasó algo nuevo? Un ataque o... -
- No, solo la junta de siempre. –
- Entiendo. –
Juntamos todo lo que se ensució, él se levantó y pareció algo nervioso.
- Merida... quiero que vengas conmigo. –
- ¿Qué? ¿A la junta? –
- Tus conocimientos podrían ayudarnos de muchas maneras. Y... -
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Sangre Mestiza
FanfictionMarginada, bastarda, impura, bruja y mestiza. Son algunas de las palabras que he escuchado toda mi vida. El mundo mágico se rige por reglas tan antiguas como los mismos guardianes. La mas importante de todas, que criaturas como yo no existan. A ve...