Marginada, bastarda, impura, bruja y mestiza. Son algunas de las palabras que he escuchado toda mi vida.
El mundo mágico se rige por reglas tan antiguas como los mismos guardianes. La mas importante de todas, que criaturas como yo no existan.
A ve...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hipo
Vi como Mérida se alejó unos pasos; agité mi mano despidiéndome hasta que se dio vuelta y se fue.
- Parecían muy cómodos. –
- Y tuviste que interrumpirnos. –
- Sabes... creo que no entendiste el libro que te di. –
Le dio un trago a su bebida y vi la que me entregó; fruncí la mirada y pensé por unos segundos.
- Tienes razón. –
Jack me prestó atención.
- Es que no entiendo que tiene que ver el libro de ''Escocia'' con Merida. –
Le di mi bebida y salí corriendo tras ella.
- ¿Qué? Eso no... ¡Hipo! –
No quise escucharlo. Vi por donde se había ido Merida y la alcancé.
- ¡Merida! ¡Espera! –
Y terminé pasando toda la tarde con ella.
-----
Cuando crucé el portal pude sentir demasiada energía a mi alrededor; no sabía si era buena o mala, solo que era bastante. No estaba lejos de Berk, así que me preocupé; empecé a correr para llegar al pueblo rápido y cuando estaba cerca de unas casas alguien me detuvo.
- ¡Hipo! –
Me jaló de un brazo y me ocultó detrás de unos árboles.
- ¿Astrid? –
Me quitó mi mochila y me dio ropa.
- Ten, cámbiate rápido. –
- ¿Mi armadura? ¿Quién...? –
- No preguntes... ¡Ya! ¡Hazlo! –
Parecía nerviosa y no dejaba de ver a la entrada del pueblo. Sostuvo mi mochila y le hice caso, así que empecé a ponerme mi armadura.
- ¿Qué está pasando? –
- Jack me dijo que te esperara aquí. Te cubrió, les dijo a todos que estabas terminando una investigación en otro reino. –
Abroché unas partes de mi armadura, ajusté el pecho y me aseguré que no faltara ninguna escama.
- ¿Pero qué...? ¿Qué está...? –
- Llegó información de Arendelle, al parecer grave. Tu padre dijo que se conectaba con la información que Jack le dio hace días. –
"Hechicero oscuro" pensé. Terminé de ajustar las mangas.
- Listo... ¿Y luego? –
Se acercó a mí y me ayudó ajustando unas partes que no alcancé a ver.