Marginada, bastarda, impura, bruja y mestiza. Son algunas de las palabras que he escuchado toda mi vida.
El mundo mágico se rige por reglas tan antiguas como los mismos guardianes. La mas importante de todas, que criaturas como yo no existan.
A ve...
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Hipo
Corrí cruzando todo el pueblo de extremo a extremo. Nos dieron aviso, en la madrugada, que hubo un incidente. Tres ladrones se infiltraron en el pueblo, saquearon la cabaña de Gothi, la curandera de Berk. Astrid patrullaba junto a nuestras invitadas de Arendelle cuando los vieron y hubo un enfrentamiento.
Llegué al gran salón, la cabaña sobre la colina.
- Hipo. –
- Astrid. –
Me acerqué a ella.
- ¿Estás bien? –
- Sí. No pasó nada grave, al menos no a mí. –
Vi su cuello, tenía unas marcas, no me agradó. Luego observé donde había más gente; atendían a la más joven de las princesas, Anna.
- Le dispararon una flecha. –
Me dijo Astrid. La puerta del gran salón volvió a abrirse, mi padre entró y no estaba contento. Empezó a gritar con demasiada furia.
- ¡¿Cómo pasó?! –
No estaba solo, Bocón, mi madre y Jack llegaron con él. Se acercó a las princesas y se aseguró de que estuvieran bien, de que las atendieran.
- Envié un mensaje a Arendelle. El Rey Agnarr ya viene por ustedes, princesas. –
- Gracias, jefe. –
Le contestó Elsa; luego volvió al centro del salón.
- Alguien quiere decirme... ¡¿Cómo pasó esto?! –
Sus ojos estaban afilados y amarillos; su forma dragón quería salir, estaba demasiado enojado.
- ¡Astrid! –
- Si, jefe. –
- ¿Dónde estaban los demás que patrullaban? –
- Cubriendo la zona norte, como cada noche. –
- ¿Por qué no cubriendo todo? –
- Por lo normal no pasa nada en este sector. Así que yo hago las vueltas completas. –
- Eso se acabó. Quiero que cada dragón esté en vigilancia sobre todo Berk ¿Entendido? –
- Si, jefe. -
Respondió seriamente. Intercambié miradas con Jack, solo los dioses sabrían cuánto duraría su furia por este error de patrullaje.
Nuestro pueblo es uno de los más antiguos y arcaicos del mundo mágico. Mi padre, al igual que el suyo y el suyo, por generaciones han mantenido a salvo a Berk, manteniendo las tradiciones, reglas y acuerdos del mundo mágico. La razón por la que las princesas de Arendelle estaban en Berk, justo era para tratados entre ambos reinos.