Capítulo 4 | Historias

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Merida

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Merida

Entré a casa. Vi por la ventana, moviendo un poco la cortina, cómo Hipo se alejaba.

- ¿Estuviste toda la tarde con él? -

Escuché a Tadashi. Solté un suspiro, dejé la cortina y también mis cosas para poder quitarme el suéter. Ignoraba su mirada, lo pasé de largo hasta llegar a la cocina y tomar un trago de jugo.

- Merida. -

- ¿Cuál es tu problema?... ¿Qué demonios fue eso? -

- Ese tipo no me agrada. -

- No lo conoces... y la mitad del pueblo no te agrada, Tadashi. -

- Sabes por qué pienso así. -

- El encerrarte aquí no va a cambiar nada de lo que somos y el derecho que tenemos de estar afuera y tener una vida. -

Cerré el refrigerador con fuerza; empezaba a enojarme. Uno podría pensar que en esa casa mandábamos todos por igual y de alguna manera así era, pero Tadashi siempre fue el protector de todos nosotros. No sé si era su papel de hermano mayor por Hiro; Rapunzel y yo agradecíamos la preocupación, aun así, a veces exageraba y era sobreprotector. Me alcanzó en la sala y tenía una postura seria.

- Lo conocí en la mañana ¿Sí? Callaghan y yo lo trajimos al pueblo, pareció amable... -

- Lo es. -

- No me dio su nombre. No dijo quién era. -

- No me imagino como se lo preguntaste. -

Me vio molesto. Esa discusión era más común de lo que parecía o de lo que quisiera.

- ¿Cómo lo conociste tú? -

- Es hermano de Jack. Me lo presentó hace unos días. -

- ¿Jack?... ¡Ay por favor!... -

- ¡Son hermanastros!... al menos eso entendí. -

Seguía en negación, enojado, pero no me decía exactamente por qué. La mención de Jack no ayudó ya que tampoco le agradaba mucho.

- Iré a dormir. -

- Está mintiendo. -

- ¿Y ahora de qué hablas? -

Le respondí fastidiada.

- Le pregunté de donde era y dijo que de Escocia... pero es mentira. -

- ¿Y cómo lo sabes? -

Abrió la boca, pero no dijo nada, no sabía que responder.

- No... no tiene... es... solo no me agrada. -

- ¡¿Pero por qué?! -

- ¡Instinto de dragón! ¡¿De acuerdo?! -

Y hubo un silencio. Él se volteó y jaló un poco su cabello frustrado por querer explicar algo que no podía y de alguna forma yo no entendía.

Sangre MestizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora