Capítulo 1 | Merida

174 13 4
                                    

Merida

- Pero mira que hermosa estás. -

- ¿Quién eres? -

- Mi linda y hermosa niña. -

- No te conozco. -

- Mi pequeña valiente... -

- ¡¿Quién eres?! -

Desperté gritando y llena de sudor. "¿Qué demonios fue eso?" No era normal que tuviera sueños, no como ese, parecía una premonición, ese fue intrigante como si en serio hubiera visto el futuro y eso es peligroso para mí. Ya no quise dormir, decidí pasar en vela el resto de la noche, no dormí, solo cerraba los ojos, pero estaba atenta a todo a mí alrededor; no quería volver a sentir o ver algo.

Cuando la mañana llegó estaba demasiado cansada, tanto que una parte de mí se arrepentía de la decisión de no dormir. Me cambié y bajé a desayunar; Rapunzel ya estaba ahí terminando de cocinar y Tadashi con Hiro ya desayunaban.

- Ya era hora, Merida. -

- Es tarde. Llegarás tarde al trabajo. -

- ¿Pueden dejarme en paz? Yo no interrumpo sus sueños ¿O sí? -

- Yo no tengo sueños. -

Contestó Rapunzel. Quise contarle lo que soñé anoche, pero tenían razón, se me hacía tarde para el trabajo. Por suerte Tadashi me llevó después de dejar a Hiro en la escuela. Sé que el camino es más corto y rápido con su motoneta, aun así, me aferré a la espalda de Tadashi y cerré los ojos por unos minutos disfrutando algo de descanso.

Todos ellos son como yo. Tenemos muchos nombres "marginados, bastardos, impuros, fenómenos, brujos y mestizos" Somos criaturas mágicas con sangre mezclada; las criaturas como nosotros tienen suerte si sobreviven los diez años de edad, así que nosotros somos bastante afortunados. Pensamos que gracias al destino pudimos encontrarnos, sabíamos lo que éramos y nos quedamos juntos todo ese tiempo. Tadashi era como un hermano para mí; era con el único que hablaba francamente y el único que también lo hacía conmigo, aun cuando discutiéramos o me enojara, siempre contábamos el uno con el otro.

Sentí como la motoneta se detuvo se y él acarició mis brazos.

- Despierta. -

- Estoy despierta. -

- Ya llegamos. -

- Ya lo sé. -

Contesté fastidiada. Respiré profundamente y me levanté de la motoneta, me quité el casco y se lo di, me aseguré que todo estuviera en mi mochila y sentí su mirada sobre mí.

- Ya dilo o deja de verme. -

- Sigues teniendo pesadillas. -

- Como si eso fuera una sorpresa. -

- Ya sé que no lo es... pero no evita que me preocupe. -

- A veces quisiera ser como Rapunzel. -

Nuestra amiga  rubia es hija de una hechicera y un oráculo, lo cual hace que ella pudiera tener visiones y sueños, pero despierta; además de su hermosa habilidad sanadora.

- ¿Quieres contarme? -

- Te veré en la tarde. -

- Mer... -

- Tal vez luego. -

Y me fui. Por mucho que confiaba en Tadashi y lo quiera, a veces solo guardo esos pensamientos para mí. Conforme fui creciendo cambié demasiado porque entendí el universo en el que vivía. Soy una mestiza, una criatura mágica destinada a vivir exiliada porque no era de "Sangre pura"

Sangre MestizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora