Capítulo 19 | Protección

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Hipo

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Hipo

De nuevo estaba en Kumandra, atrapado en ese árbol, atrapado por quien ya sabía que era Pitch Black, su sombra al menos. No podía soltarme, Jack no estaba, ahora solo estaba rodeado de oscuridad.

- ¿Qué?... ¿Qué está pasando? –

- ¿Dónde está ella? –

- ¿Ella? –

- Oh muchacho... No sabes quien soy ni quien es ella ¿Cierto? –

Revivía esa pelea y la conversación que tuve con la sombra de Pitch empezó a tener más sentido para mí.

- Dime... ¿Te has enamorado? –

Y entonces Merida apareció frente a mí. Tenía una hermosa sonrisa, estaba en el lago y se veía feliz; pero luego todo se oscureció.

- ¡No! –

Me desperté, la luz del cuarto me molestó en los ojos y me tallé el rostro. Cuando me estiré noté que estaba solo. Merida no estaba a mi lado. Preocupado me levanté rápido y volví a asustarme cuando vi a Jack frente a mí.

- Buenos días. –

- ¡Dioses...! ¿Qué... qué haces aquí? ¿Y Merida? –

Al contrario de mi Jack estaba tranquilo, recargado en un mueble y con los brazos cruzados.

- Relájate. Merida está afuera. –

Avancé unos pasos, pero Jack me detuvo antes de abrir la puerta.

- Está con el Rey Fergus y antes de que preguntes; no, no sé de que hablan. –

Al menos estaba aquí. Lo primero que había pensado es que se había ido, escapado. Me senté en la cama ¿Cómo podía no confiar en ella? Bueno, ya era un nuevo día, había demasiadas cosas que hablar, demasiadas cosas que aclarar y no sabía si habría tiempo, si algo se interpondría o si ella querría hablar.

- Sácalo, deja de pensar tanto. –

Suspiré.

- No tengo idea de lo que pasará. –

- ¿No tienes un plan? Siempre tienes uno. –

Pensé un poco, pero no tenía nada claro.

- Puedo llevar a Merida a Berk, pero... ¿Luego qué? –

- Podría salir mal. –

- Lo sé, pero no pienso dejarla aquí. –

- Aquí estaría con su padre ¿Ya pensaste en eso? –

Vi la puerta "¿De qué estarán hablando?" me cuestioné.

- Ella podría querer quedarse, Hipo. –

Observé a Jack, estaba enojado. El conoció a Merida mucho antes que yo y su amistad era muy buena. Sé que le dolió tanto cómo a mí saber la verdad sobre ella, pero sentía más rencor que yo.

Sangre MestizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora