Una oportunidad

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Al día siguiente, cuando la tienda abrió sus puertas, el híbrido estaba en su jaula, apenas despertando de su estado somnoliento y apático. Los sonidos habituales de la tienda se mezclaban con los murmullos de los empleados, pero para él todo seguía siendo igual: una rutina interminable, un ciclo de espera sin fin.

Fue entonces cuando vio a Amy entrar nuevamente. Esta vez, sus ojos no pasaron de largo como la vez anterior. En lugar de eso, se detuvo frente a su jaula, observando al híbrido con una mezcla de curiosidad y decisión en su mirada. Aquel vistazo fue suficiente para que el híbrido alzara la cabeza levemente, aunque no con la esperanza que él mismo se hubiera querido reconocer. Solo vio una figura humana frente a él, tal vez otra más que lo miraría sin verlo realmente.

Pero algo cambió en la forma en que Amy se acercó. En lugar de un simple vistazo o un rechazo silencioso, la mujer parecía decidida, y el híbrido notó una leve diferencia en su postura, como si esta vez realmente estuviera interesada.

El empleado de antes, al notar la presencia de Amy y su fijación en el híbrido, se acercó.

—¿Interesada en él?—preguntó, ya con un tono familiar, como si supiera la decisión que Amy estaba a punto de tomar. —Es uno de los más... desadaptados, pero si lo quieres, es tuyo.

Amy lo miró un momento, pensativa, antes de asentir, con algo de firmeza en su voz.

—Sí, lo quiero.

El empleado abrió la jaula y, con una correa, la colocó alrededor del cuello del híbrido, quien parecía desconcertado pero no opuso resistencia. Amy observó cómo el híbrido no reaccionaba de la manera que los otros hubieran hecho, cómo su cuerpo parecía más apagado, pero aún estaba vivo. Algo en su interior le decía que podía hacer algo por él, aunque no sabía exactamente qué.

La recepcionista, al ver la decisión tomada, no dijo nada, pero sus ojos reflejaron un destello de alivio. Este híbrido tendría una oportunidad fuera de la tienda, fuera de la jaula.

Amy pagó por el híbrido, y con una mezcla de incertidumbre y esperanza, lo llevó fuera de la tienda. Mientras caminaban hacia su coche, el híbrido, aún con la correa en su cuello, miraba al suelo, con los mismos ojos vacíos que había mostrado la noche anterior. Sin embargo, algo en él parecía más ligero, quizás porque por primera vez en mucho tiempo, había sido elegido.

Amy abrió el baúl del coche y, con cuidado, le ayudó a sentarse en él. El híbrido no hizo ningún movimiento brusco ni mostró resistencia, pero su cuerpo se mantenía tenso, como si estuviera esperando que le ordenaran algo. Sus ojos, vacíos y llenos de confusión, miraban al frente, mientras su cola se mantenía caída y su postura era la de alguien que se había acostumbrado a no esperar nada.

Amy se agachó frente a él, observando por un momento su orejas caída y su expresión distante. No podía evitar sentir una mezcla de tristeza y compasión al verlo así. Aunque había decidido llevarlo consigo, no sabía qué esperar realmente de él. El híbrido no había mostrado ningún signo de alegría o excitación por el cambio. Era más como si fuera un animal más, en lugar de una criatura que había sido modificada y atrapada en un ciclo sin fin.

—Voy a cuidarte, no me importa tus rasgos físicos o como actúes—dijo ella, casi en un susurro, aunque no estaba segura de si el híbrido entendía sus palabras.

Con un suspiro, Amy cerró el baúl y se subió al asiento del conductor. El coche comenzó a moverse, y el sonido del motor fue lo único que rompió el silencio mientras avanzaban. Aunque ella trataba de mantener la esperanza, algo dentro de ella sabía que las cosas no serían fáciles. El híbrido no era como los otros que había visto en la tienda; su comportamiento era diferente, su actitud distante, y había algo en su mirada que le hacía preguntarse si realmente estaría preparado para el cambio que se avecinaba.

Por ahora, todo lo que Amy podía hacer era intentar darle el espacio que necesitaba, pero las dudas sobre su decisión comenzaron a llenar su mente. ¿Estaría tomando la decisión correcta? ¿Podría realmente hacer que este híbrido tuviera una vida diferente?

Cuando el coche comenzó a moverse, el híbrido, aún sin acostumbrarse a la sensación del viaje, perdió su equilibrio por un momento. En un intento instintivo de sostenerse, las garras de sus manos rasparon el piso del baúl, dejando marcas visibles en la superficie. El sonido del raspar de las garras llenó el aire, pero rápidamente quedó en silencio mientras el coche continuaba su camino.

Después de un rato, el coche finalmente se detuvo frente a una casa. El híbrido observó con algo de curiosidad la estructura, aunque no tenía muchas expectativas sobre lo que encontraría dentro. Amy abrió el baúl con cuidado, como si no quisiera apresurarse a sacarlo de allí. Su mirada era suave, aunque había algo de tensión en sus gestos, como si ella misma dudara de lo que haría a continuación.

—Vamos—dijo ella, con voz tranquila pero firme, ayudándole a salir del baúl. Lo condujo por el camino hacia la puerta de la casa. El híbrido no ofreció resistencia, pero su postura seguía siendo sumisa, su cuerpo tenso, acostumbrado a la rutina de ser guiado.

Al llegar a la puerta, Amy la abrió y permitió que el híbrido entrara, dándole la libertad de andar por el espacio sin restricción. La casa era tranquila, con un aire acogedor que contrastaba con la frialdad de la tienda. Sin embargo, el híbrido solo se movió lentamente, como si no estuviera seguro de cómo comportarse. Miró a su alrededor, percibiendo los sonidos nuevos de la casa: el el sonido lejano de la televisión, el aire suave que circulaba por la habitación. Era todo tan diferente de lo que conocía, pero a la vez, se sentía igualmente extraño.

Amy observó cómo se movía por la casa, consciente de que no tenía idea de qué esperar de él. Decidió no apresurarlo, permitiéndole explorar a su propio ritmo, aunque con un ojo atento a cualquier señal de incomodidad o confusión. Sabía que el proceso de adaptación sería largo, y tal vez más difícil de lo que había imaginado. Pero, por alguna razón, algo dentro de ella le decía que había tomado la decisión correcta al llevarlo consigo.

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×~Aprender A Sentir~×Where stories live. Discover now