Josh chasqueó los dedos, recordando que aún necesitaba cepillarse los dientes antes de comenzar el día. Al hacerlo, Finn se quedó quieto, sentado cerca de él, observándolo con curiosidad. Los ojos de Finn seguían los movimientos de Josh, como si estuviera tratando de entender qué estaba haciendo, aunque no pudiera comunicarlo de la misma forma que un humano.
Josh, al notar la mirada de Finn, le dedicó una sonrisa y luego, sin decir nada, fue al lavabo para tomar el cepillo de dientes. Mientras se lavaba, Finn permaneció en su sitio, la cola moviéndose lentamente, claramente interesado en cada gesto que hacía Josh. Aunque su comportamiento aún era algo infantil y animalesco, Josh no podía evitar sentir ternura al ver cómo el híbrido le prestaba atención con tanta devoción.
Después de un momento, Josh terminó de lavarse la boca y, al mirarlo, le dio un pequeño toque en la cabeza de forma suave y cariñosa.
—Ahora estamos listos— dijo, guiándolo hacia la cocina para el desayuno, pero Finn parecía más centrado en seguirle los pasos que en cualquier otra cosa.
Mientras Amy y Josh se sentaban a desayunar, la conversación comenzó a tomar un giro más serio, como solía ocurrir algunas mañanas cuando tocaban temas de la casa.
Amy miró a Josh, con una taza de café en la mano, y comenzó a hablar sobre los gastos.
—Josh, tenemos que hablar sobre las deudas de la casa. Ya sabes que hay algunas facturas que siguen acumulándose y necesitamos ponernos al día antes de que se sigan sumando más intereses. Creo que también sería bueno que nos sentáramos a hacer un presupuesto para ver cómo vamos a manejarlo este mes,— dijo Amy, mirando las cifras en su teléfono mientras tomaba un sorbo.
Josh, mirando su plato con una expresión más seria, asintió. —Sí, tienes razón. He estado pensando en eso. Además, hay algunas cosas que necesitamos comprar para remodelar la casa. La cocina ya empieza a dar problemas, y el baño... Bueno, sabemos que es cuestión de tiempo antes de que tengamos que hacer algo con las tuberías,— respondió Josh, frotándose la cara, preocupado por las reparaciones que se habían retrasado.
Amy suspiró, con algo de frustración, pero también con la esperanza de encontrar una solución. —Y no solo eso, hay que cambiar esos muebles en la sala, especialmente si vamos a hacer espacio para Finn. Ya no cabe en esa esquina del cuarto de visitas, y con lo que compramos, necesitamos reorganizar.—
Josh frunció el ceño. —Sí, ya lo he notado. Es una locura cómo ocupan tanto espacio. Tal vez podríamos vender los muebles viejos y recuperar algo de dinero, pero... ¿y las paredes? Necesitamos pintura nueva para darle un aire fresco a todo, o la casa va a seguir viéndose igual.—
Amy asintió, pensando en todo lo que quedaba por hacer. —Lo sé, y el jardín también. Si vamos a tener a Finn afuera a veces, necesitamos cercarlo, tal vez agregar más plantas o incluso algo para darle un poco de sombra, para que se sienta cómodo.—
—Todo es urgente, pero debemos priorizar,— dijo Josh, pensativo. —Si no manejamos bien el dinero este mes, nos va a ser difícil ponernos al día con todo eso.—
Amy lo miró y sonrió levemente. —Lo sé, amor. Pero no te preocupes, vamos a hacerlo. Si seguimos planificando bien, podemos lograrlo sin que todo se nos salga de control.—
Ambos continuaron hablando sobre cómo gestionarían el dinero, haciendo una lista de prioridades mientras terminaban de desayunar. Aunque el tema era serio, se apoyaban mutuamente, sabiendo que juntos podrían manejarlo.
Amy, después de un rato de hablar con Josh sobre las deudas y las remodelaciones, decidió que era hora de llamar a su hermano. Él siempre había sido muy generoso con ella, y, aunque no quería depender de él, sentía que esta vez no tenían muchas opciones.
Sacó su teléfono y marcó el número de su hermano, esperando que respondiera.
—Hola, Amy. ¿Todo bien?— respondió su hermano con su voz familiar.
—Hola, hermano, ¿cómo estás?— Amy intentó sonar tranquila, aunque estaba un poco nerviosa. —Mira, necesito hablar contigo sobre algo... es sobre la casa y algunas deudas que tenemos. Está siendo un poco complicado, y ya sabes que las remodelaciones también son urgentes. ¿Sería posible que me pudieras ayudar un poco con el dinero? Sé que no es lo ideal, pero...—
Hubo un momento de silencio al otro lado de la línea, antes de que su hermano respondiera: —Amy, sabes que siempre puedes contar conmigo. ¿Cuánto necesitas?—
Amy suspiró, aliviada, y comenzó a explicar un poco más sobre la situación. —Con lo que tenemos, podemos cubrir algunas cosas, pero realmente necesitamos más para asegurarnos de que todo esté bien. Estaba pensando... tal vez unos cinco mil dólares más, para cubrir todo, y un poco extra para no quedarnos cortos.—
—Está bien,— respondió su hermano sin dudar. —Voy a transferir el dinero ahora mismo. No te preocupes, no te haré falta. Sabes que siempre estoy aquí para ti.—
Amy se quedó en silencio un momento, sorprendida por lo generoso que estaba siendo. —Gracias... no sé qué haría sin ti.—
—Te quiero, hermana. Solo asegúrate de que todo esté bajo control, ¿vale? Cuídate mucho y cuida a Josh también.—
—Lo haré. Gracias de nuevo,— dijo Amy, ya más tranquila.
Colgó el teléfono y se giró hacia Josh, con una sonrisa en el rostro. —Josh, mi hermano me acaba de dar el dinero suficiente... y hasta de sobra. Creo que vamos a estar bien para todo lo que tenemos que hacer.—
Josh, aliviado, sonrió de vuelta. —Vaya, eso es un gran alivio. Es bueno saber que no vamos a tener que preocuparnos tanto por ahora. Pero aún tenemos mucho que hacer.—
Amy asintió, pero ahora con un poco más de esperanza. —Sí, pero al menos por ahora, no tenemos que preocuparnos por el dinero.—
—> siguiente capítulo
YOU ARE READING
×~Aprender A Sentir~×
Science FictionComenzamos la historia con una mujer llamada Amy la cual ya cansada de estar ella Sola solo con Josh de compañía decide ir a una tienda de mascotas "híbridas".