La noche avanzaba lentamente mientras la casa permanecía en silencio, el único sonido en el aire era el suave susurro de la respiración de Josh y Amy. Ellos dormían tranquilos, acurrucados en su cama, sin saber que el híbrido, aunque aún aprendiendo a adaptarse, no podía permanecer quieto por mucho tiempo.
El híbrido, moviéndose con cautela, se levantó del suelo donde había descansado, con la cola aún moviéndose ligeramente de un lado a otro. Se acercó a los cuencos donde le habían dejado agua y, con una mirada furtiva, comenzó a beber con su lengua. El agua fría lo refrescó, y aunque no tenía un deseo consciente de saciar su sed, su cuerpo lo hacía de manera instintiva. El sonido del agua fluyendo lo acompañó por unos momentos, antes de que, nuevamente guiado por su curiosidad, se alejara de los cuencos.
La casa era tranquila, y el aire fresco de la noche parecía llamarlo hacia el patio. Sin pensarlo demasiado, el híbrido caminó con pasos sigilosos hacia la puerta trasera y la empujó ligeramente con su cuerpo. La luz tenue de la luna iluminaba el jardín, pero no había una dirección clara, sólo un impulso natural lo llevó hasta el césped.
Una vez afuera, sin poder evitarlo, comenzó a escarbar en la tierra. No sabía exactamente qué buscaba, pero el acto le traía una sensación de alivio, como si la tierra y el aire fresco le ofrecieran algo que aún no comprendía. Sus manos, que al principio no habían tenido mucha destreza, ahora se movían con mayor rapidez, cavando y tocando la tierra con sus garras. Escarbaba y escarbaba, sin un propósito claro, pero sin dejar de moverse de manera instintiva.
El silencio de la noche, junto al suave sonido de sus movimientos, creaba una atmósfera tranquila en el patio. Aunque el híbrido no tenía palabras para describir lo que sentía, su cuerpo actuaba sin dudarlo, guiado por un impulso que no podía controlar. Algo en su interior parecía buscar un espacio donde pudiera estar, donde pudiera entender mejor quién era, aunque aún no tenía todas las respuestas.
A la mañana Josh bajó las escaleras sintiendo que algo no estaba bien. Mientras caminaba hacia la puerta trasera, pensaba en cómo el híbrido había comenzado a confiar más en ellos, aunque seguía siendo un misterio para él en muchos aspectos. Al llegar a la puerta, vio a Finn acostado en el jardín, dormido en el lugar donde había estado cavando la noche anterior. Su piel estaba cubierta de tierra, y su cola estaba enroscada cerca de él, moviéndose levemente mientras respiraba profundamente.
Josh frunció el ceño al ver al híbrido tan sucio, sin saber exactamente qué hacer al respecto. ¿Debía regañarlo por ensuciarse de esa manera? Pero al ver cómo el híbrido se veía tranquilo, casi como si estuviera en paz, su frustración se desvaneció rápidamente.
—¡Amy!— llamó Josh con una voz un poco más alta, sin dejar de mirar al híbrido dormido. —¡Amy, ven aquí un momento!—
Amy bajó rápidamente las escaleras, atraída por la voz de Josh. Al llegar al patio, vio a Finn en el suelo, cubierto de tierra, y su expresión se suavizó. Se agachó cerca de él, observando cómo el híbrido dormía tranquilamente.
—¿Qué pasó?— preguntó Amy, mirando a Josh con una mezcla de curiosidad y preocupación.
Josh suspiró y miró a Finn —Estaba buscándolo para darle de comer... y lo encontré así, en el jardín. Parece que se quedó dormido aquí después de escarbar.—
Amy no pudo evitar sonreír ante la visión del híbrido en ese estado. —Está completamente cubierto de tierra.—
Josh se agachó junto a Finn, acariciando suavemente su espalda cubierta de tierra. —Supongo que deberíamos limpiarlo. No es buena idea que se quede así todo el día, pero... ¿le damos algo de desayuno primero?—
Amy asintió. —Claro, eso lo hará sentir mejor.—
Josh tomó algunas croquetas y, con cautela, las dejó cerca de Finn, esperando que el se despertara para ver si comía. El híbrido, al sentir el olor de la comida, comenzó a mover los ojos lentamente y, sin abrirlos por completo, extendió una mano hacia las croquetas.
Amy observó con cariño cómo Finn tomaba las croquetas con su lengua y las devoraba rápidamente. —Parece que tiene hambre, ¿eh?— dijo con una sonrisa.
Josh asintió, aliviado de ver que Finn había comenzado a comer. —Es bueno que esté comiendo. Ahora, después de su desayuno, lo limpiamos.—
Finn, aunque no completamente consciente de lo que estaba sucediendo, parecía disfrutar del momento. No entendía por completo la interacción, pero el simple hecho de estar rodeado de atención y comida lo hacía sentirse más cómodo. Mientras comía, su cola moviéndose lentamente, comenzó a relajarse, casi como si todo estuviera en su lugar.
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×~Aprender A Sentir~×
Science FictionComenzamos la historia con una mujer llamada Amy la cual ya cansada de estar ella Sola solo con Josh de compañía decide ir a una tienda de mascotas "híbridas".