El día siguiente, después de la cena, Gala no podía dejar de pensar en lo que había sucedido entre ella y Karime. El beso había sido una señal clara de que algo había cambiado, pero también traía consigo una nueva serie de dudas. ¿Cómo iba a manejar esta nueva relación dentro de su entorno profesional? ¿Qué significaba todo esto? No sabía si era más el miedo a lo desconocido o la emoción de lo nuevo, pero una cosa estaba clara: ya no podía ignorar lo que sentía por Karime.
Mientras tanto, en la oficina, Bárbara había notado un cambio. Había algo en el aire, algo que le decía que las cosas entre Gala y Karime habían dado un giro importante. Bárbara no era tonta; había observado la forma en que ambas se miraban, cómo sus conversaciones parecían más cargadas de lo habitual, con sonrisas ocultas y gestos sutiles. Sabía que algo había pasado entre ellas, y no era solo una suposición: la relación que habían comenzado a construir ahora era palpable.
Bárbara, aunque cariñosa y simpática, también era posesiva. No solo porque había sido una de las amigas más cercanas de Gala desde siempre, sino porque amaba a Gala...aunque Gala no sintiera nada por ella, que se lo había dejado en claro. Pero esa noche, cuando vio a Gala y Karime intercambiar ese beso, algo se rompió dentro de ella. Se sintió desplazada, herida, y sobre todo, celosa.
Era un sentimiento complicado, porque ver a Karime tan cerca de ella, tan segura, tan decidida, la hizo sentir inferior. Bárbara no podía permitir que Karime tuviera todo lo que ella deseaba.
Esa mañana, antes de que Karime fuera a buscar a Gala para almorzar, Bárbara decidió que debía hablar con ella. No iba a confrontarla directamente frente a todos, pero la oportunidad llegó cuando Karime se acercó a su escritorio, con una sonrisa que, aunque siempre tan encantadora, no era suficiente para ocultar la tensión que había en el aire.
—Karime —comenzó Bárbara, con voz tranquila pero firme, mientras se apoyaba en el borde de su escritorio—, necesitamos hablar.
Karime la miró, un poco sorprendida, ¿Porqué Bárbara le hablaría?.
—Claro, ¿de qué se trata? —respondió Karime, con un tono serio
Bárbara respiró hondo, luchando por mantener la calma. Quería que sus palabras sonaran naturales, pero la verdad es que sentía una mezcla de celos y enojo que le costaba disimular.
—Mira, Karime —comenzó, manteniendo el contacto visual—. No sé qué juegos estés jugando con Gala, pero quiero que sepas que ella no merece alguien como tú.
Karime frunció el ceño, ahora totalmente alerta. No se esperaba ese tipo de comentarios, pero ya lo venía venir, era Bárbara, la misma que había intentado arruinar la relación de Gala y ella cuando aun eran un "casi algo".
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Karime, con algo de irritación.
Bárbara se cruzó de brazos, sus ojos brillando con una intensidad que, aunque controlada, no dejaba de ser amenazante.
—Lo que quiero decir es que Gala tiene mucho en sus hombros. Es la CEO de la mejor empresa, y ha trabajado duro para llegar hasta donde está. No necesita que alguien como tú se acerque solo para… para jugar con sus sentimientos.
Karime, aunque visiblemente sorprendida, no perdió su compostura. Su actitud cambió, mostrando una firmeza que parecía igualar la tensión de Bárbara.
—¿Jugar con sus sentimientos? —repitió Karime, su voz ahora más baja y controlada—. No sé de qué estás hablando, Bárbara. Si pensara que estoy jugando con ella, no estaría aquí. No estoy buscando un juego, estoy buscando algo real. Y creo que Gala también lo sabe.
Bárbara dio un paso hacia ella, con el rostro más serio que nunca. Se acercó lo suficiente para asegurarse de que Karime entendiera la seriedad de sus palabras.
—Real o no, no me gusta la idea de que alguien tan… inestable se acerque tanto a ella. Y te lo digo como la amiga de Gala. No quiero que la lastimes.
Karime la miró fijamente por un momento, evaluando sus palabras. Luego, su rostro se suavizó ligeramente, y suspiró.
—No quiero lastimarla, Bárbara. De hecho, me importa mucho lo que pase entre nosotras. Pero si tienes algo que decirme sobre mis intenciones, hazlo de frente, no detrás de su espalda. Además, en este caso la que a lastimado a Gala eres tú. Cuando aquella vez que besaste a Gala...solo para que ambas nos alejaramos, pero no lo lograste. Solo porque Gala no sienta lo mismo que tú, no significa que puedes hacer que Gala no tenga nada con nadie.
Bárbara permaneció en silencio por unos segundos, porque sabía que era tan real lo que Karime dijo.
Finalmente, Bárbara dio un paso atrás y cruzó los brazos.
—Esperó y no la arruines, porque Gala merece algo mejor...alguien como yo—Bárbara estaba tan furiosa, no quería aceptar que Gala amaba a alguien más.
Karime la observó, y luego, sin decir más, dio un leve asentimiento con la cabeza.
—Piensa lo que quieras Bárbara, acepta que Gala no siente lo mismo que tú, ella me ama a mí, aún si intentas hacer cualquier cosa para alejarnos como aquella vez, no lo lograrás. Métete eso en la cabeza.
Sin más, Karime se dio la vuelta y salió del despacho. Bárbara permaneció allí, observando cómo se alejaba. Aunque Karime no había respondido de la manera que esperaba. No podía evitar sentirse insegura. ¿Sería Karime realmente la persona adecuada para Gala?
Mientras tanto, Karime se dirigió hacia la oficina de Gala para invitarla a almorzar, como había planeado. No le dijo nada sobre la conversación con Bárbara. No quería complicar las cosas con ella, pero sabía que la tensión entre ambas era palpable. Cuando llegó frente a la puerta de Gala, tocó suavemente antes de entrar.
—¿Lista para almorzar? —dijo Karime, sonriendo con esa chispa traviesa que tanto cautivaba a Gala.
Gala, alzando la mirada, sonrió.
—Claro, vamos.
Las dos salieron juntas, sin saber que esa pequeña conversación entre Karime y Bárbara había sido solo el primer roce en una historia que apenas comenzaba.
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"CEO"
RomansLa trama gira en torno a Gala y Karime, dos mujeres con estilos de vida opuestos, pero que se sienten atraídas de maneras inesperadas. Gala, con su vida ordenada y tranquila, encuentra en Karime una chispa de emoción que la descoloca. Karime, por su...