XVII

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28-08-2012

Narrador Yuki

Las lágrimas caían por mi rostro; Estaba asustado por lo que escuchaba. Papá Kamui había vuelto molesto del trabajo, y yo me había escondido, tal como me dijo papá Checo la última vez que ellos discutieron. Estaba dentro de mi habitación, a un lado de la puerta, tapándome los oídos e intentando no escuchar nada de lo que decían.

Narrador omnisciente 

—¡Me tienes cansado, Sergio! —el grito de Kamui resonaba por toda la casa—. ¡Siempre tienes que estar dando ideas estúpidas a ese mocoso! ¿No entiendes que no voy a gastar dinero en él de esa forma? Ese chico no sirve para absolutamente nada.

Kamui se acercó a Sergio y lo tomó con fuerza por la muñeca, impidiéndole que se alejara. Sergio trató de mantener la calma, pero sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Te lo he dicho varias veces, no quiero que pierda el tiempo viendo esas carreras tontas. Si quiere ser alguien en la vida, tiene que estudiar y ser el mejor en su clase.

—Pero... es solo un niño —respondió Sergio, visiblemente frustrado y al borde de las lágrimas—. ¡Tiene solo ocho años!

—Y yo, con ocho años, ya ayudaba a mi padre en su trabajo —dijo Kamui, brusco, tirando de Sergio hacia él—. ¿Y sabes qué hace Yuki a su edad? ¡Llorar, igual que tú! ¡Eso es lo único que sabes hacer!

Sergio mantenía la mirada baja, tratando de no dejar que Kamui lo viera llorar, sabiendo que solo lo molestaría aún más. Pero estaba agotado de aquella situación, que había comenzado simplemente porque Kamui había encontrado a Yuki viendo una carrera de autos en la televisión. Kamui le levantó el rostro con fuerza, obligándolo a mirarlo a los ojos.

—¿No te he dicho que siempre me mires? ¿O te da vergüenza saber que digo la verdad? Lo único que sabes hacer es llorar, Sergio. No sirves ni siquiera para trabajar, ¿o acaso conseguiste algún contrato en ese mundo del modelaje estos meses? —al no recibir respuesta, Kamui soltó una risa seca—. ¿Ahora me vas a dejar hablando solo?

—Por favor, hablemos en otro momento —rogó Sergio, desesperado, intentando que su hijo no escuchara aquellas palabras tan duras que Kamui le decía—. Hablemos mañana, cuando Yuki no esté —dijo, mirándolo con ojos llenos de lágrimas.

Kobayashi soltó su rostro bruscamente y suspiro con cansancio, llevándose una mano al cabello para peinarse.

—¡Me tienes cansado con Yuki! ¡Déjalo que escuche, si al final va a ser igual de sensible que tú!

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Una vez que los gritos cesaron, un pequeño se asomó por las escaleras del segundo piso, preocupado por lo que pudiera haber pasado. Su imaginación había comenzado a pensar en lo peor, y al ver a su papá sentado en el sofá, con las manos cubriendo su rostro, no dudó en acercarse con inquietud.

-¿Papá? —preguntó Yuki, con un tono triste, al notar que papá Checo estaba llorando. Al escuchar su voz, Sergio levantó la cabeza y se encontró con la mirada triste de su hijo. Rápidamente trató de limpiarse las lágrimas y sonreír.

—Papá Kamui ¿te hizo sentir mal otra vez? —preguntó Yuki, aún más preocupada.

—No, corazón, nada de eso —respondió Sergio, intentando disimular la tristeza en su voz. Tomó a Yuki en brazos, lo sentó en su regazo y lo rodeó con un abrazo protector—. Papá Kamui se fue con unos amigos y volverá tarde, pero nosotros debemos irnos a dormir temprano, ¿sí? —Intentó desviar la conversación con suavidad.

—Prometo ser un mejor hijo, papá —susurró el pequeño, escondiendo su rostro en el hombro de Sergio, mientras comenzaba a llorar—. No quiero que te traten mal por mi culpa.

El corazón de Checo se rompió al escuchar esas palabras. Odiaba ver a su hijo cargando culpas que no le correspondían y sabía cuánto le afectaban aquellas discusiones, al punto de provocarle pesadillas.

—Yuki, tú no eres un mal hijo —le dijo Sergio, acariciándole suavemente la espalda, tratando de calmar sus sollozos—. Eres el mejor hijo que alguien podría tener. No tienes que sentirte mal, mi amor. Papá te ama mucho y siempre va a estar aquí para ti, ¿sí? Ahora, no llores, porque papá Checo no puede resistirse cuando ve esos ojitos llenos de lágrimas.

¡Yuki!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora