Odiaba el sentimiento de soledad, pero no podía quejarme. Sabía bien que era yo quien alejaba a las personas. ¿Qué más podía hacer? Seguía al pie de la letra cada cosa que mi padre había dicho, alejándome de cada persona que a Kamui no le agradaba y que, según él, era una mala influencia, alguien que solo sería un obstáculo en mi vida.
Agradecía que Oscar fuera el único amigo que mi padre no odiaba, porque no sabía qué haría estando completamente solo en el colegio.
Esperaba frente a la salida, solo, a que vinieran a buscarme. Piastri ya se había ido, así que no contaba con su compañía. Pero ahí estaba Pierre, a solo unos metros. Por primera vez, no se acercó para hablarme; solo me daba la espalda. Hice una mueca, intentando no sentirme mal. Después de todo, yo había buscado esto, había deseado que el chico francés dejara de hablarme.
El sonido de una bocina llamó mi atención. Levanté la vista y vi el auto de Max. No pude evitar sonreír levemente mientras me acercaba lentamente al coche. Miré una última vez a Gasly, quien me sostuvo la mirada un segundo antes de volverla a su celular, ignorándome. Con una mezcla de tristeza, me subí al auto sin decir una palabra, manteniendo la vista en mis manos.
—¿Todo bien? —preguntó Max mientras comenzaba a manejar. Me quedé callado, sumergido en mis pensamientos, sin responderle.
—Yuki, te estoy hablando —su voz subió un poco, y lo miré con sorpresa—. No me mires así, tú no me estabas prestando atención. Te preguntaba si estaba todo bien.
—Oh... sí, está todo bien —murmuré, aunque rápidamente me di cuenta de que no había dado una buena respuesta—. Lo siento, en realidad tenía una pregunta que hacerte.
Esperé su respuesta, y vi cómo asentía con la cabeza.
—¿Está bien alejarse de alguien solo porque una persona importante te lo dijo?
El auto quedó en silencio, y comencé a sentirme incómodo. No por el hecho de estar a solas con Max, sino porque mi cabeza me gritaba mil pensamientos contradictorios que me causaban dolor de cabeza.
—¿Alguien te obligó a alejarte de otra persona? —preguntó, y me sentí atrapado. Lo miré, avergonzado.
—Yuki, no soy la persona más indicada para hablar de esto —dijo con una voz comprensiva—, porque yo también me alejé de muchas personas. En mi adolescencia, me la pasaba solo, porque mi padre decía que los amigos eran una pérdida de tiempo. Pero, una vez que entiendes que las opiniones de los demás no tienen por qué definir tu vida, puedes seguir adelante sin problemas.
Solo asentí. Max tenía razón: Kamui no venía a visitarme ni a buscarme al colegio, así que no tenía que preocuparme por sus opiniones desde ahora. Además, era Max quien se encargaba de esas cosas. Lo miré y le sonreí levemente, agradecido de tenerlo en mi vida. Él entendía cómo me sentía y siempre lograba tranquilizarme con sus palabras.
—¿Tú crees que... a papá Checo le moleste que invite a alguien a casa? —pregunté, sintiendo cómo el auto frenaba de golpe.
—¿Por qué me preguntas eso? Seguro que no le molesta. Además, también es tu casa, Yuki, no la mía —dijo riéndose. Lo miré por unos segundos, y me di cuenta de que tenía razón. Aunque Max no vivía con nosotros, pasaba tanto tiempo en casa que se sentía como parte de ella.
—Fue una pregunta tonta, lo siento.
—No te preocupes, Yuki, está bien —sonrió antes de desabrocharse el cinturón—. La persona que quieres invitar... ¿es ese chico que siempre está contigo en la salida? Hacen buena pareja —dijo, saliendo del auto y dejándome con el rostro completamente rojo.
Desde la ventana, vi a Max riéndose mientras se dirigía hacia la entrada de la casa. Yo no me moví; aún estaba atónito por su comentario. ¿Había dicho que Pierre y yo haríamos una buena pareja?
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Yuki y Max se están llevando mejor con cada capítulo...
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¡Yuki!
FanficEsta historia está narrada principalmente desde el punto de vista de Yuki, mostrando el impacto que puede provocar la separación de sus padres y la inesperada aparición de dos personas en su vida que, con el paso de los días, la transformarán por co...