Eliana no podía apartar los ojos de Aiden. Su silueta seguía envuelta en un tenue velo de oscuridad, como si su esencia misma se resistiera a la claridad. Pero sus ojos... sus ojos eran lo más humano que había visto jamás, llenos de un brillo misterioso, como una promesa de algo más grande que ella misma.—¿Por qué apareciste ahora? —preguntó, su voz cargada de una mezcla de curiosidad y nerviosismo.
Aiden guardó silencio por unos segundos, mirando hacia la lámpara que iluminaba la habitación.
—No puedo permanecer demasiado tiempo bajo la luz. Pero he estado contigo toda tu vida. Te he observado, he cuidado de ti. —Sus palabras eran suaves, pero cargaban un peso que Eliana no entendía del todo.—¿Cuidado de mí? —repitió, confundida.
Aiden asintió y dio un paso hacia ella, aunque parecía dudar.
—Las sombras no solo ocultan lo que tememos. También protegen lo que más importa. Y tú... tú siempre has sido importante para mí.Eliana sintió que su corazón se aceleraba, como si cada palabra de Aiden encendiera algo dentro de ella.
—¿Por qué? Apenas te conozco...—Eso no es del todo cierto, ¿no? —Aiden esbozó una sonrisa casi imperceptible—. Sabes que siempre he estado ahí. Cuando eras niña y llorabas por las noches, cuando sentías que el mundo era demasiado grande y cruel... Yo estaba contigo.
Los recuerdos inundaron a Eliana. Los momentos en que sentía que alguien la observaba, no con amenaza, sino con una silenciosa protección. Las veces en que un extraño calor la consolaba en sus peores días.
—¿Qué eres? —preguntó finalmente, con la voz temblando.
Aiden bajó la mirada, como si aquella pregunta fuera más difícil de responder de lo que esperaba.
—Soy algo entre lo humano y lo que no pertenece a este mundo. Una criatura que habita entre las sombras, pero... más que eso, soy alguien que eligió quedarse contigo.Eliana no sabía qué decir. Había tantas preguntas en su mente, pero ninguna salía de su boca. Sin embargo, una sensación inesperada la invadió: confianza. Por alguna razón, sabía que Aiden no le haría daño.
—¿Por qué yo? —murmuró finalmente, casi en un susurro.
Aiden se acercó otro paso. Ahora estaba lo suficientemente cerca para que ella pudiera distinguir sus facciones, aunque seguían envueltas en un halo de penumbra.
—No lo sé del todo. Algo en ti... algo en tu luz me llamó.Eliana sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sus palabras no solo eran profundas, sino que parecían tocar algo dentro de ella que ni siquiera sabía que existía.
Esa noche fué la primera de muchas en las que Aiden y Eliana hablaron. Él le contó sobre el mundo que existía en las sombras, un lugar donde las reglas del día no aplicaban. Un lugar que pocos humanos habían visto y que él había abandonado para quedarse con ella.
Con el tiempo, Eliana comenzó a verlo como más que una presencia oscura. En su compañía, encontró una paz que nunca había sentido antes. Pero, a medida que su relación crecía, también lo hacía su curiosidad... Había secretos en Aiden, cosas que no le contaba. Y aunque quería confiar en él, una parte de ella sabía que aquel misterio podría traer consigo tanto amor como peligro.
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El Sr. de la oscuridad & yo
AventuraUna extraña sombra me sigue a todos lados desde que tengo memoria, cuándo se materializó frente a mi, me reveló algo que cambió mi vida por completo.