En lo profundo del reino de las sombras, en una fortaleza tallada en piedra negra que parecía pulsar con energía oscura, Malrick observaba su creación más reciente: un enorme cristal de sombras que brillaba con un siniestro resplandor púrpura. Este cristal era la clave de su plan maestro, un artefacto llamado El Nexo Sombrío.A su lado, el Devora-Luces se alzaba imponente, un monstruo de oscuridad pura con ojos que brillaban como brasas ardientes. Sus movimientos eran lentos, pero cada paso hacía temblar la sala.
—El Corazón de Sombra ha sido activado —dijo una sombra menuda que se inclinaba ante Malrick—. Los rebeldes se están uniendo a Aiden y su grupo.
Malrick giró lentamente, su figura alta y esbelta envuelta en una capa que parecía hecha de pura oscuridad líquida. Su sonrisa era fina y cruel, pero sus ojos irradiaban peligro.
—Perfecto, que sigan reuniéndose. No importa cuántos aliados consigan... Ninguno puede oponerse a esto. —Extendió una mano hacia el Nexo Sombrío, y el cristal vibró, enviando ondas de energía que hicieron estremecer a las sombras en la sala.
El Nexo Sombrío no era un simple cristal. Era un acumulador de energía creado para concentrar y amplificar las sombras más puras. Malrick había pasado siglos perfeccionándolo, y con él, planeaba erradicar cualquier equilibrio entre la luz y la oscuridad. Su objetivo no era simplemente gobernar el reino de las sombras, sino extender su influencia al mundo de los vivos, envolviendo todo en una eterna penumbra.
—El Corazón de Sombra puede equilibrar las fuerzas, pero también es la única cosa que puede destruir el Nexo —dijo Malrick, caminando lentamente por la sala.
El Devora-Luces gruñó, una reverberación profunda que llenó el aire.
—Lo sé, mi creación. No les dejaremos usarlo.
Los generales de Malrick
Malrick no estaba solo en su ambición. A su lado estaban sus generales, sombras poderosas que le habían jurado lealtad absoluta. Entre ellos destacaban tres figuras:Nyxara: una asesina sigilosa y mortal, cuyas dagas parecían desvanecerse y reaparecer en la oscuridad. Nyxara era experta en infiltrarse y eliminar enemigos antes de que siquiera se dieran cuenta de su presencia.
Drazhan: un coloso envuelto en una armadura negra que parecía formar parte de su cuerpo. Su fuerza bruta era imparable, y su lealtad a Malrick era incuestionable.
Eryon: el estratega. Con una mente brillante y una lengua venenosa, Eryon era quien orquestaba las trampas y emboscadas que mantenían a las Sombras Rebeldes al borde de la derrota.
—Eryon, ¿qué noticias tienes sobre nuestros enemigos? —preguntó Malrick, sentándose en un trono que parecía tallado directamente en la roca viva de la fortaleza.
Eryon dio un paso al frente, con una sonrisa calculadora. —Han logrado activar el Corazón de Sombra, pero su control sobre él sigue siendo inestable. Aiden y esa humana, Eliana, son la clave de su éxito. Si los separamos, serán mucho más fáciles de derrotar.
Malrick asintió lentamente, sus dedos tamborileando en el brazo del trono. —Entonces enviaremos a Nyxara. Ella puede infiltrarse y sembrar discordia entre ellos.
Nyxara inclinó la cabeza, su voz un susurro helado. —Como desees, mi señor.
Malrick se puso de pie, levantando ambas manos hacia el Nexo Sombrío. Un torrente de energía oscura comenzó a emanar de él, extendiéndose como raíces que se adentraban en el suelo del reino.
—La clave para la victoria no es simplemente destruirlos. Es quebrar su voluntad.
Con un movimiento de su mano, una visión apareció en el aire: una proyección del grupo de Aiden y Eliana, luchando juntos en las profundidades del reino.
—Drazhan, tú liderarás un ataque frontal contra ellos. Distraerás a los aliados menores mientras Nyxara se infiltra y elimina a los líderes.
—¿Y qué hay de los rebeldes? —preguntó Drazhan con su voz grave y retumbante.
Malrick sonrió de nuevo, pero esta vez su expresión estaba cargada de crueldad. —Los rebeldes son insignificantes. Una vez que el Nexo esté completamente cargado, absorberé toda la energía del reino, incluidas sus sombras. Serán parte de mi poder, quieran o no.
El Devora-Luces se movió hacia el Nexo, y Malrick colocó una mano sobre su enorme cabeza, como si estuviera calmando a una bestia salvaje.
—Y tú, mi creación perfecta, serás el golpe final. Cuando ellos estén debilitados, consumirás su luz y sus sombras. No quedará nada de ellos.
El Devora-Luces gruñó de nuevo, y su cuerpo comenzó a cambiar. Su forma se expandió, y su silueta se volvió más monstruosa, como si estuviera absorbiendo la energía misma del Nexo.
Malrick observó con satisfacción mientras su arma final tomaba forma. En sus ojos brillaba una confianza absoluta.
—Que comiencen los preparativos. La caída de Aiden y su patético grupo está cerca. Y cuando termine con ellos, no quedará luz ni sombra que pueda oponerse a mí.
Mientras los generales salían para cumplir sus órdenes, una figura emergió de las sombras, un rostro familiar que hizo que incluso Malrick levantara una ceja. Era alguien a quien se creía destruido hace siglos, un antiguo enemigo del linaje real de Aiden: Kaelor, un traidor que una vez intentó derrocar a la familia de Aiden antes de que Malrick asumiera el control.
—Kaelor —dijo Malrick, con un tono de diversión en su voz—. Pensé que habías perecido en las llamas.
Kaelor sonrió, mostrando unos dientes afilados. —Las llamas no pueden destruir a una sombra como yo. He venido porque sé que quieres terminar con el linaje real.
Malrick lo miró con interés. —¿Y qué te hace pensar que necesito tu ayuda?
—Porque conozco a Aiden mejor que tú —respondió Kaelor—. Puedo desgarrar su espíritu desde dentro. Déjame a él.
Malrick lo consideró por un momento antes de asentir. —Hazlo. Pero recuerda, Kaelor: si fracasas, no tendrás otra oportunidad.
Kaelor inclinó la cabeza, su sonrisa aún más siniestra. —No fallaré.
Con sus planes en marcha y sus aliados oscuros en movimiento, Malrick se preparó para la batalla final. Mientras tanto, el Nexo Sombrío continuaba acumulando energía, emitiendo pulsos que resonaban por todo el reino.
El juego había comenzado, y Malrick estaba dispuesto a asegurarse de que Aiden, Eliana, y cualquier esperanza de equilibrio fueran aplastados para siempre.
(...)
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El Sr. de la oscuridad & yo
AdventureUna extraña sombra me sigue a todos lados desde que tengo memoria, cuándo se materializó frente a mi, me reveló algo que cambió mi vida por completo.