Cuando llegaron al borde del Abismo Nocturno, se encontraron con un paisaje aterrador. Una vasta grieta se extendía más allá de lo que sus ojos podían alcanzar, y una neblina negra emanaba de su profundidad. La oscuridad parecía consumir cualquier rastro de luz, incluso la que brillaba tenuemente desde los bordes de las armas del grupo.—Ahí abajo está el Corazón de la Penumbra —dijo Kaelion, señalando el abismo—. Pero el Abismo no es solo una caverna. Es un lugar vivo, una prisión para aquellos que Malrick ha condenado.
—¿Y tenemos que bajar ahí? —preguntó Ronan, tratando de mantener un tono despreocupado pero sin éxito.
Kaelion asintió.
—Si queremos las armas que necesitamos para enfrentar a Malrick, no hay otra opción.El grupo comenzó a descender utilizando cuerdas y senderos naturales que Kaelion les indicó. La temperatura bajaba a medida que se adentraban en la penumbra, y un silencio inquietante los envolvía. Eliana sentía cómo su vínculo con Aiden parecía más presente en este lugar, como si la oscuridad intensificara la conexión entre ambos.
—¿Sientes eso? —le preguntó a Aiden en un susurro.
Él asintió, su mirada seria.
—Es como si este lugar amplificara nuestro vínculo. Pero también siento algo más... como si estuviera siendo observado.—No estás equivocado —interrumpió Kaelion desde más adelante—. El Abismo tiene su propia voluntad. Si no están preparados, puede aprovecharse de sus mayores miedos.
La prueba del Abismo.
Mientras avanzaban, el terreno comenzó a cambiar. Las paredes de la caverna parecían cerrarse a su alrededor, y la oscuridad se volvió tan densa que ni siquiera los hechizos de luz de Yelindra podían atravesarla. Fue entonces cuando sucedió.Una figura emergió de las sombras, alta y envuelta en un manto de penumbra. Su rostro era indistinguible, pero su voz resonó en la mente de cada uno de ellos.
—¿Qué buscan en mi dominio? —preguntó la figura, su tono frío y cargado de poder.
—El Corazón de la Penumbra —respondió Aiden, dando un paso adelante—. Lo necesitamos para derrotar a Malrick.
La figura pareció reír, un sonido que hizo eco en todo el abismo.
—¿Y qué ofrecerán a cambio?—¿Ofrecer? —preguntó Ronan, frunciendo el ceño—. No se mencionó nada sobre un precio.
La figura los ignoró y se volvió hacia Eliana.
—Tú, la portadora del vínculo. Tu conexión con las sombras es incompleta... Peligrosa. Si buscas el Corazón, debes enfrentar la verdad de ese vínculo.De repente, Eliana se sintió arrastrada hacia un lugar separado del resto del grupo. Estaba sola en una vasta extensión de oscuridad, pero frente a ella apareció una escena que le resultaba aterradoramente familiar: Aiden, de pie frente al Nexo Sombrío, consumido por una energía oscura que lo transformaba en algo irreconocible.
—¿Esto es lo que le pasará si sigo con él? —preguntó Eliana, su voz temblando.
—El vínculo que compartes con él es poderoso, pero está desequilibrado —respondió la figura, apareciendo de nuevo a su lado—. Si no encuentras una forma de armonizarlo, la oscuridad lo consumirá a él... y a ti también.
Eliana apretó los puños, decidida.
—Entonces lo armonizaré. No dejaré que esto suceda.La figura inclinó la cabeza, como si estuviera complacida por su respuesta.
—Muy bien. Pero para lograrlo, necesitarás más que fuerza. Necesitarás aceptar lo que eres... y lo que él es.(...)
Cuando Eliana volvió en sí, se dio cuenta de que estaba rodeada por el resto del grupo. En el centro de la caverna donde se encontraban, una esfera negra flotaba, pulsando con una energía oscura.
—El Corazón de la Penumbra —murmuró Kaelion, acercándose con cautela.
Pero antes de que pudiera tomarlo, un rugido ensordecedor llenó la caverna, y una criatura gigantesca emergió de las sombras. Era una amalgama de sombras vivientes, con ojos rojos brillando desde múltiples rostros.
—¡Defiéndanse! —gritó Vorthan, levantando su escudo para proteger al grupo.
El combate que siguió fue feroz. La criatura parecía capaz de dividirse en múltiples formas, atacando desde todas las direcciones. Sin embargo, fue Eliana quien finalmente comprendió lo que debía hacer.
—¡Aiden, confía en mí! —gritó, tomando su mano.
Juntos, concentraron su vínculo, invocando la misma energía que habían usado contra el guardián del Corazón. Esta vez, sin embargo, la energía no solo expulsó a la criatura, sino que también envolvió al Corazón de la Penumbra, haciéndolo brillar con una luz oscura.
Kaelion aprovechó el momento para sellar el Corazón en una urna mágica.
—Lo lograron... pero recuerden: este poder no es un juguete.(...)
Cuando el grupo finalmente salió del Abismo, Eliana no pudo evitar pensar en las palabras de la figura y en lo que había visto. Sabía que su vínculo con Aiden sería crucial en la batalla contra Malrick, pero también sabía que sería peligroso si no lograban controlarlo.
Aiden, notando su preocupación, la tomó de la mano.
—No importa lo que pase, lo enfrentaremos juntos.Eliana asintió, pero en el fondo de su mente, las palabras de advertencia resonaban como un eco interminable: "Acepta lo que eres... y lo que él es."
(...)
ESTÁS LEYENDO
El Sr. de la oscuridad & yo
AventuraUna extraña sombra me sigue a todos lados desde que tengo memoria, cuándo se materializó frente a mi, me reveló algo que cambió mi vida por completo.