══・.:.∙◈∙.:.・══«Vamos, sana, no están difícil decirle que eres intersexual. Solo dilo y ya, no eres tan inútil»
Podía sentir como jihyo daba leves caricias en mi cuello, quizás, alentándome a que hablara de una vez por todas y dejara de ser tan cobarde. Pero, es tan complicado. Tengo miedo, realmente, a que me vea como las demás personas lo hacen cuando se enteran de mí condición. Temo que sus lindos ojos me miren con desprecio y rechace a mi corazón. Se que jihyo no es así. Aun así, sigo igual de nerviosa.
No paso más de dos minutos, cuando por fin, con un poco de valentía logre salir de su cuello -donde todo su aroma reposaba- y me decidí a decirlo aquello que es más leve de todo lo que guardo.
- Prométeme que no huiras de mi cuando te diga esto. – pedí mirando sus ojos, mientras mi dedo meñique se alzaba en señal de pura promesa. Mentiría si dijera que no estoy cagada por dentro, sería una grandísima mentira. Y ahora mucho peor, mis putas piernas no responden, parece que hubiera hecho una rutina matadora de piernas, pero lo único que he hecho es pensar de más, no creo que eso afecte las piernas ¿o si?
Jihyo, por otra parte, me sonrió con ternura, mostrando sus lindos y blanquecinos dientes. Su expresión tenía indicios de preocupación, pero como una buena persona, se que lo oculta para no preocuparme a mi.
- Esta bien, pinky promese. – juntamos nuestros deditos y ahora, sin duda alguna, me sentía un poco más confiada.
Lista y preparada para revelar uno de mis más grandes problemas.
- Yo, digamos que no soy una chica del todo normal...
“…”
- Tengo un miembro masculino, jihyo.
Su cara en estos momentos era un completo poema, su ceño fruncido hacia que sus arrugas se viesen pronunciadas. Mi corazón, claramente, podría estar parado desde que llegamos a la habitación, ahora, sin margen de error, estaba parado al 100%. Su silencio acogió mi alma de una manera melancólica. Quizás sea el final de nuestra corta historia. Quizás deba prepararme para llorar oculta bajo las mantas y ser consolada por mi hermanas – lo más probable es que se rían de mi-.
- Es decir… eres transexual. Bueno, esta bien sana. No me interesa en lo absoluto. Te quiero, no me importa lo que tienes abajo, me importa lo que tienes en tu corazón.
Hablo abruptamente, rompiendo las suposiciones qué mi mente hacia. La mire, con clara sorpresa. ¿Escuche bien? Lo más seguro es que este soñando. Me aceptaba, claro, pensando que transexual. Pero, era una buena señal.
- Me, yo estoy sorprendida hyo.-hice una pausa, pensando antes de hablar, hasta que recordé:- No soy transexual. – dije rascándome la nuca y desordenando mi cabello ligeramente.
Sus cejas se levantaron lentamente, me miró y se que quiere una explicación.
- Soy mujer, es decir biológicamente, el tema es que tengo un miembro, algo que ver con problemas genéticos. Es confuso eso…
- Te juro que trato de entender…
- Es algo complicado, lo sé. Espero lo entiendas.
Escuche como jihyo suspiro, en este momento había dejado de acorralarla. Me senté en la única cama que había, mirando mis pies como si fueran lo más interesantes en todo el mundo.
La cara de jihyo no se había deformado, su ceño seguía igual que antes, un poco más sorprendido, pero es normal, supongo, si fuera yo tendría la frente más arrugada que una anciana. Eso me aliviaba.
Después de un tiempo, de mirar incómodamente nuestros pies, jihyo hablo:
- Lo entiendo, es algo con lo que naciste. Como te dije antes, no me importa, me importa tu corazón.
Mi corazón se paro de felicidad, ¿puede ella ser más tierna? Estoy segura que no. Sin embargo, este secretito es el único que le contaré, por obvias razones: no me arriesgare a perderla al decirle que soy una nata asesina, buscada por todos, asesina de todos.
Jamás se lo diré.
Sonreí, acercándome a ella a paso lento, abrazándola por detrás – ahora con un poco más de confianza- y susurre a su oido:
- Te quiero mucho jihyo.
- Yo también te quiero, sana.
- ¿Vamos a caminar? – pregunte de repente, recordando en donde nos encontramos: mi puta habitación, donde hay una y mil cosas que me pueden delatar.
- Por mi esta bien, por cierto, acompáñame a recoger a nayeon, la muy tonta se le quedaron las llaves en la habitación y yo fui la única que le respondió.
Reí mientras jihyo rodaba los ojos con gracia. Caminamos hacia la puerta, tuve un pinchazo de incertidumbre por un corto lapso, como si alguien estuviese observándonos. Voltee mi cabeza hacia los dos lados de manera disimulada, sin embargo, no note nada más que paredes, con imágenes colgadas en ellas. Cerré los ojos y suspire, «deja de imaginar cosas».
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Confusión - Sahyo G!P
Vampir๑El amor nunca es lo que parece y las personas que crees conocer ocultan mil y un cosas, sana es una de ellas, confunde a jihyo a tal punto de lastimarla.๑ ₊˚✧ ༉¿Cuántos secretos guarda Sana y su familia? SAHYO G!P -Historia completamente mía. -Smut...