Capitulo 1

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NOTA: Este es el segundo libro de cayendo en un abismo, espero que les guste y lo lean hasta el final.

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"Y que hay después de caer en un abismo si no una obscuridad absoluta"

Ya a pasado casi un año desde que escape de ese infierno.

Cuando nos fuimos a las montañas con mis hermanos pensé que estaríamos a salvo, pensé que nadie nos buscaría pero no fue así.

Lo hombres de negro estuvieron a punto de encontrarnos mas de una vez, hace dos meses encontramos un refugio o algo así.

Skys es una comunidad anti gobierno, es una sociedad que no se va por las normas de la ley, ellos nos cuidaron y nos ayudaron en cuanto llegamos.

Aquí es una comunidad pequeña sin muchos lujos y con poco dinero, pero son muy buenas personas, así que será mejor que empiece a contar esta historia como se debe.

Hoy a empezado como otro día, me levanté, me vestí con esta peculiar ropa blanca.

Me siento tan raro usándola, nunca me vestí de ropa blanca pero ahora es así, no e sabido nada sobre mi madre y empiezo a sentirme mal por eso.

Mis hermanos se ven normales, al parecer les gusta estar aquí pero esta onda medio hippie no se me da bien, aunque es el único lugar en el que puedo estar a "salvo" del gobierno, del capitán McCall y por que no de Aiden.

Todo es tranquilo y me dedico a muchas cosas como a la siembra y así, aunque no pueda hacer mucho debido a las heridas del infierno que viví, algunas sanaron y otras solo empeoraron.

Tengo una herida en el abdomen que me molesta constantemente y a veces el dolor es insoportable así que hago menos esfuerzo para evitar el dolor, después de trabajar comemos.

En esta comunidad no debe tener más de 100 personas, lo cual es grandioso por que conozco a todos, aunque no a todos les agrado, pero sin duda los mejores son mis amigos.

Claro apenas estén por cumplir los 6 o 7 años sin embargo son geniales, ya lo se, como un chico de 15 se junta con pequeños de 6 en vez de juntarse con los de su edad, bueno tal vez si no pensaran que por mi culpa morirán todo tendría amigos de mi edad.

En fin mientras comía con mis hermanos la directora de este lugar llego para hablar conmigo.

—Buenos días muchachos como se encuentran —saludó animada.

—Muy bien, gracias directora Rachel —sonrió mi hermana.

—Cloe me dijeron que hiciste un excelente trabajo hoy, sigue así —ánimo.

—Gracias directora —dijo mi hermana con la frente en alto.

—Masón podrías acompañarme por favor —pidió.

Mire a mis hermanos, ambos se quedaron sin decir nada, ella me llevo a su despacho que era una habitación con una mesa.

—Masón como ya sabrás hace unos meses les dimos la bienvenida a tus hermanos y a ti pero en estos dos meses hemos tenido algunos conflictos —comentó no tan feliz.

—Entonces nos correrá —me apresure.

—No, no solo creo que deberías trabajar un poco más —sonrío.

—Ya pero usted sabe que no puedo —contesté frustrado.

—Mira Masón se que tuviste algunos problemas médicos y no se muy bien que tuviste que ver con el gobierno pero eso no te excusa de librarte de las responsabilidades de este lugar —exclamó molesto

—Esta bien —dije poniendo los ojos en blanco.

La directora se puso de pie y estaba apunto de gritarme pero un muchacho llego corriendo.

—Directora están aquí un militar, está aquí —exclamó.

Salí de la casa corriendo a buscar a mis hermanos, si estaban aquí sería mejor que nos fuéramos lo mas rápido posible.

Al llegar vi quien era, en ese momento recordé todo lo que había pasado.

—Masón que grande estas, me alegra verte —comentó sonriendo.

Me pare frente a él y le di un puñetazo en la cara, solo pude escuchar la risas de mis amigo.

—Que demonios te pasa niño —expresó sobándose la cara.

—Crees que puedes venir y joder me otra vez la vida Aiden —exclamé frustrado.

—Masón por favor tenemos que hablar —pidió.

—Vete al diablo —gritó mi hermano que venia hacia mi con mi hermana detrás.

—Necesito hablar con tu hermano —exclamó.

—No hablaras con él —aseguró.

Él no hizo caso y me volteo a ver

—Masón recuerdas que te salve esa ultima vez, se que te hice daño pero por favor tenemos que hablar —rogó.

Lo pensé por un tiempo.

—Esta bien pero mis hermanos estarán presentes —aclare.

Fuimos al lugar donde dormía así que nos sentamos, no pensé que fuera nada bueno.

—Masón necesito que vuelvas —dijo serio.

Sus palabras retumbaron en mi cabeza una y otra vez.

Obscuridad absolutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora